FINUL no controlará la frontera con Siria, dijo Kofi Annan. Foto: AP BRUSELAS, agosto 25.— El secretario general de la ONU, Kofi Annan, desestimó el viernes que la Fuerza Internacional de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) proceda a desarmar al movimiento chiita libanés Hizbolá, como reclama Israel, reportó ANSA.
«Es una evaluación común que el desarme de Hizbolá no puede suceder por la fuerza, sino a través del consenso político en Líbano», declaró Annan en Bruselas, donde asistió a una reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea.
Según EFE, los Estados miembros de la UE aportarán en conjunto la mitad de la fuerza internacional de 15 000 cascos azules, que debe «garantizar la estabilidad» en el sur de Líbano tras la agresión sionista, y cuyo mandato se repartirán inicialmente Francia e Italia.
El secretario general de la ONU explicó a sus interlocutores las reglas de actuación de la FINUL, entre cuyas tareas, recalcó, no estará el control de la frontera con Siria ni el desarme de Hizbola.
Entre las contribuciones europeas, Francia confirmó por boca de su ministro de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, que elevará hasta 2 000 sus efectivos en la mencionada fuerza, mientras que el canciller italiano, Massimo D’Alema, reiteró que su país desplegará «hasta 3 000 soldados».
Por otra parte, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, de Argentina, informó que la corresponsal de Radio AM 530, Tamara Lalli, enviada especial a Líbano y Palestina ocupada, fue detenida el jueves en el puente que une Cisjordania y Amán, la capital jordana, por agentes del servicio secreto sionista (MOSAD).
Los funcionarios israelíes la sometieron a un duro interrogatorio durante 6 horas, para finalmente deportarla a Amán. Lalli fue desnudada, amenazada con una ametralladora e inquirida sobre su actividad periodística en la Radio de las Madres.
En un comunicado a raíz del nuevo atropello «protagonizado por el Estado terrorista sionista, las Madres de Plaza de Mayo y todos los periodistas de la Radio AM 530 y del área de Prensa nos solidarizamos con nuestra compañera Tamara Lalli, repudiamos este acto prepotente de los militares judíos que muestra a las claras su composición criminal, como lo hicieron masacrando a la población civil en Líbano».
La agresión, derivada en fiasco para el aparato militar israelí, ha enrarecido el clima político en el Estado judío.
Según DPA, los medios dibujan la imagen de un gobierno que actuó desordenadamente y sin un plan durante los 33 días de combates. Una encuesta del periódico Yediot Aharonot señala que el 63 por ciento de los israelíes quiere que renuncie el primer ministro, Ehud Olmert, mientras que un 74 por ciento califica de «mala» la forma en que administró la crisis y la guerra.