Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

A.F.: Existe un chico que me atrae, realmente me gusta. Pero a él le gusta otra persona, a la que prioriza en sus emociones y en su rol de pareja. Solo acude a mí o me presta atención cuando es rechazado por su primera opción. ¿Es positivo para mí darle una segunda oportunidad?

Las razones para dar o restringir segundas oportunidades en materia de relaciones eróticas son variadas. Entre las alternativas estaría que el chico solo ejerza una atracción carnal sobre ti y solo inspire el deseo de satisfacción sexual en un momento.

Tal vez ahí sería disfrutable un encuentro casual, pasajero y no trascendental, dejándole claro que eres consciente de sus actos y no esperas nada ni estarás siempre disponible para ayudarle a ahogar sus frustraciones.

Pero si, internamente, sabes que estarías entrando a una competición cuyo premio sería el ser «coronada» como plato principal en el corazón del chico, aconsejo proteger tu dignidad y concentrar tus energías y recursos en la construcción consciente de una relación de pareja con otra persona, alguien que también pueda gustarte y sí te aporte emociones y perspectivas recíprocas en materia de afectos.

Sobre todo si eres una persona con tendencia a la emotividad y que adorna su mundo de sentimientos profundos, deberías evitar a toda costa caer en este tipo de patrón, porque las garantías de desilusión, frustración y tristeza son muy altas, y es un precio demasiado alto a pagar por algunas migajas de atención y cariño.

Ante cualquier posibilidad de vincularte con otra persona en lo erótico y lo afectivo, que tu brújula interna siempre marque como destino priorizarte y velar por tu paz emocional.