D.D.: He tenido más de cinco relaciones formales con mujeres, sin contar las aventuras desde mis 16 años, en las cuales también incorporé hombres. En realidad no sé qué camino tomar: me gustan las mujeres y a la vez no dejo de pensar en una relación con uno de mi mismo sexo. Temo tomar una decisión equivocada. Tengo 27 años.
No dejas de pensar en uno de los hombres con quienes te relacionaste y se distingue de tu larga serie de aventuras. Sin embargo, no defines qué te sucede con él, en qué consisten esos pensamientos o cuál es tu temor. No dudes en buscar ayuda profesional para esclarecerte y decidir.
Nadie puede elegir por ti ni garantizar las consecuencias de tus actos. Las decisiones equivocadas se pueden rectificar, hasta encontrar otra mejor. En ese proceso vale orientarse por el deseo y la intuición personal. También ayuda definir aquello que estás dispuesto a afrontar y lo que no podrías abandonar aunque fuera conveniente. No se trata de que todo te guste, sino de qué prefieres.
El asunto no es si puedes estar con cualquiera. Tendrás que definir con quién te inquietas, vibras y disfrutas más. No son pocos los hombres que albergan dudas homosexuales durante años sin que sea esta su preferencia. Postergan así su elección por la angustia que implica encontrarse con lo enigmático e inquietante del deseo propio y la feminidad. Pero la postergación también suele ser la estrategia preferida de homosexuales que evitan afrontar tanto las problemáticas de su deseo como las repercusiones sociales que desafortunadamente aún enfrentan en nuestra sociedad en ocasiones.