Y. C.: Soy una joven homosexual, que se enamoró de una mujer diez años mayor. Vivimos aproximadamente tres meses juntas. Yo lo dejé todo atrás por ella. Mis padres y muchos conocidos míos se enteraron de mi orientación sexual. Me abrí al mundo y le confesé a todos mis sentimientos. Ella un día me expresó que ya no quería continuar con lo nuestro, pues no veía ningún futuro en la relación, y que yo era una niña a su lado. Nos mantuvimos juntas por un tiempo más hasta que le puso fin, aun sabiendo lo que yo sentía por ella. A pesar de todos mis intentos por olvidarla no he conseguido siquiera mirar a otras chicas, pues ninguna me llama la atención. Estoy enamorada de mi ex como si fuese el primer día de nuestra relación. Solo quiero que me aconsejen. Tengo de 22 años.
No cualquiera habrá de atraerte ni volverás a enamorarte repentinamente; tampoco tu devoción atraerá a quien no te ama.
En cambio, sí sugerimos aprovechar esta experiencia para aprender más de ti y tu forma de amar. Tal vez al analizar lo sucedido encuentres qué es aquello que te llama la atención, lo que te enamora de otra persona.
Por otra parte, pareciera que le reprochas no haber pagado con más amor todo lo que hiciste y dejaste por ella. ¿Pero en verdad fue así? ¿Fue solo por ella? ¿Qué relación tendrá este «abrirse al mundo y expresar todos tus sentimientos contigo misma»? ¿Cuáles habrán sido tus otras razones, tus satisfacciones en este proceder? Asimismo, tal vez debas analizar esta forma de amar que «dejando todo atrás», no avanzó más allá.
Esta decepción será superada en algún momento, pero si la situación se repite, no dudes consultar a un psicólogo que te ayude a pensar el modo en que condicionas tu suerte aun sin quererlo.