P.G.: Hace aproximadamente un mes estoy saliendo sin compromiso con un chico, de quien me he enamorado y creo que a él le pasa lo mismo. Sin embargo, cada vez que tenemos un encuentro amoroso es un fiasco, porque padece de eyaculación precoz. No logro que me complazca totalmente y al parecer por esta situación se nos ha imposibilitado llegar a algo más serio. Creo que a pesar de ser un muchacho muy atractivo y sensual presenta un problema de autoestima grave que no le deja dar un paso más conmigo. Para reafirmar su hombría busca relaciones inmediatas, informales, generalmente con muchachas de 15 a 18 años. Él tiene 27 y yo 23 años.
A veces aprendemos a vivir insatisfechas, justificándonos con la debilidad de los otros ante los cuales nos erigimos como sus eternas benefactoras. Pero, ¿es eso en verdad necesario? ¿Acaso no tenemos otras formas de disfrutar y dar sentido a nuestra existencia?
No creo que asumir sus problemas psicológicos como la causa de las dificultades sea suficiente para revertir la situación. Esto podría llevarte a la resignación, sobre todo si para él no hay ningún asunto por resolver o tú no haces nada por cambiar lo que ya está.
Te puede ayudar comprender tus razones para continuar donde otras pudieran claudicar. Observa también que comienzas a incomodarte y por eso estás en posición de proponer cambios en lugar de quedarte resignada y en espera de sus iniciativas. A partir de sus reacciones podrás definir cómo actuar en el futuro. Analiza tu modo de relacionarte con él, porque tal vez sin darte cuenta contribuyes un poco a esa satisfacción inconclusa. Por otra parte, no dejes de escucharlo antes de seguir imaginando una u otra causa.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, consejera en ITS y VIH/sida y psicoanalista
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