A pesar de ser una nación pequeña en territorio y población, no puede hablarse de uniformidad en cuanto a cifras demográficas entre las provincias cubanas
El progreso social puede ser medido por la posición social del sexo femenino.
Karl Marx
A pesar de ser una nación pequeña en territorio y población, no puede hablarse de uniformidad en cuanto a cifras demográficas entre las provincias cubanas. Cuando se revisan datos diferenciados por sexo, saltan algunas características llamativas.
Si quieres ver cómo se comportan estos u otros indicadores en tu municipio y provincia, o su evolución en el tiempo, te invitamos a revisar los anuarios e informes publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, en su sitio oficial www.onei.gob.cu.
En las zonas rurales se reporta un 15 por ciento más de hombres que de mujeres, mientras que en las urbanas el promedio es de seis por ciento menos.
La relación de Masculinidad (RM) en la capital muestra que hay 910 hombres por cada mil mujeres. Como territorios con más hombres que mujeres destacan Las Tunas (1 023), Pinar del Río (1 022), Mayabeque (1 019) Granma (1 016), Isla de la Juventud (1 014) y Cienfuegos (1 011).
El saldo entre la población que entra y sale de cada provincia no difiere significativamente en cuanto a sexo, excepto en la zona oriental y Pinar del Río, de las que migran internamente más mujeres que hombres. La capital se excluye de esta gráfica porque su cifra es muy superior (6 570 hombres y 8 332 mujeres más al cierre de 2021). Cienfuegos y Sancti Spíritus son las únicas en las que crece este indicador en ambos sexos, y Artemisa crece solo en el saldo de mujeres.
La relación de dependencia (RD) es la cantidad de personas en edad no laboral (infantes, adolescentes y adultos mayores) por cada mil en edad laboral*. Es una forma de ver la carga o presión sobre los recursos humanos de un territorio, y es prueba elocuente del proceso de envejecimiento poblacional en Cuba.
En todas las provincias hay mayor RD en mujeres que en hombres (porque ellos trabajan más años), pero en La Habana esa brecha es mayor. También destaca Villa Clara, donde hay más de siete mujeres en edad no activa por cada diez en edad laboral. Por razones culturales, el peso de la atención doméstica de toda esa población dependiente suele recaer más en las mujeres, tanto activas como las que pasaron la edad de jubilación.
* Edad laboral: hombres de 17 a 65; mujeres de 17 a 60.