La amenorrea o falta del periodo preocupa a muchas mujeres, sean o no sexualmente activas. Su origen puede ser orgánico o sicológico
La menstruación es un proceso biológico que depende de la acción combinada de varias hormonas. Si se desequilibran, el ciclo se puede adelantar, retrasar o cesar totalmente. Es importante conocer tu propio ritmo y entender las causas de su irregularidad.
También se conoce como calendario menstrual. El día 1 se cuenta a partir de la fecha de inicio de la regla cada mes.
En cada ciclo hay entre 20 y 23 días, en los que es improbable la fecundación, pero el riesgo de una ITS es permanente y puede incluso aumentar durante el sangrado.
Los días fértiles pueden adelantarse o atrasarse si el ciclo se altera. «Llevar la cuenta» es poco efectivo para evitar un embarazo no deseado.
Embarazo: Para confirmarlo es necesario esperar al menos 15 días después de la última relación sexual.
Lactancia: La prolactina (hormona esencial para secretar la leche materna) inhibe por un tiempo la producción de estrógenos y otras hormonas asociadas al ciclo ovulatorio.
Anticonceptivos: Iniciar o cesar su consumo cambia el ciclo habitual. Si no se normaliza, cambiar el método.
Climaterio y menopausia: Los ciclos comienzan a ser irregulares entre los 45 y 50 años, hasta desaparecer. Antes de esa edad es prematuro y se recomienda un chequeo para descartar otras causas.
Primeras reglas: Mientras el sistema reproductor está en desarrollo, los primeros ciclos suelen ser irregulares.
Desequilibrio de nutrientes y pérdida del peso corporal: La anorexia, una fuerte anemia y la inanición extrema cambian los niveles de estrógeno. También ocurre si se gana o pierde mucha grasa corporal de manera repentina. Acudir a consultas de Endocrinología y Sicología.
Alteraciones de los órganos reproductores: Sobre todo el Síndrome ovárico poliquístico y la endometriosis. Regular con tratamiento medicamentoso.
Afecciones clínicas: Algunas infecciones genitales, tumores, trastornos en el cerebro o problemas metabólicos como la diabetes, la obesidad y las alteraciones tiroideas pueden generar desequilibrio hormonal.
Actividad física extrema: Sobre todo en deportistas de alto rendimiento. Balancear según proyecto de vida.
Tratamientos médicos: El uso frecuente de medicamentos (aspirina, ibuprofeno, antibióticos, sicofármacos), la radioterapia y las intervenciones quirúrgicas en algunas áreas del cerebro o del sistema reproductor tienen efecto secundario en el volumen, duración o sensaciones de la menstruación. Pedir información previa para valorar riesgos y beneficios.
Factores sicosociales: Estrés o ansiedad continuados, incluso el temor al retraso en el período, generan más retraso. Practicar regularmente técnicas de respiración, relajación y meditación regulan el ciclo.
Embarazo sicológico o seudociesis: Se da en mujeres deprimidas o que han padecido abusos, si sienten grandes deseos de ser madre o miedo extremo a quedar embarazadas. Buscar ayuda sicológica.