La cultura jurídica es fundamental en el empoderamiento de las personas, cualquiera que sea su orientación sexual. Si no conocen los derechos que les asisten ... y no podrán ejercer su ciudadanía como sujetos de derecho», dijo Vázquez Seijido, jefe de los Servicios de Orientación Jurídica del Cenesex
¿Tu verdad? No, la verdad; y ven conmigo a buscarla.
Antonio Machado,
poeta español
Pasó mucho tiempo antes de que decidiera verse por fuera como se sentía por dentro, pero una vez que las personas más cercanas conocieron su sentir, supo que era momento de no seguir sufriendo. Comenzó a usar ropa de mujer, pero la situación no fluyó como esperaba: no todos comprendieron su realidad. En la escuela no asimilaban esa transición y, como otros individuos en su caso, solo tenía ante sí dos caminos: apartarse o luchar por sus derechos sexuales.
Detrás de historias como esta, que a veces llegan a finales felices, en Cuba están los Servicios de Orientación Jurídica del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), surgidos en 2007 para dar respuesta a quienes van a la institución por considerar que sus derechos sexuales han sido lesionados, explica Manuel Vázquez Seijido, jefe del citado equipo. Entre ellos pueden estar homosexuales y mujeres víctimas de malos tratos por sus esposos.
A estos se suma también la discriminación en el ámbito laboral, educativo y familiar. Son tales los principales conflictos que llegan al Cenesex. En 2012 se atendieron 652 casos. Gracias a este servicio, y al Observatorio de Derechos Sexuales creado en abril de 2012, hay suficientes elementos para formarse una idea sobre la manifestación de estos fenómenos en nuestro país. Así salta a la vista, sobre todo, la vulnerabilidad de las personas transgénero, tanto femeninas como masculinas, y la doble violencia que sufren las lesbianas, por ser mujeres y homosexuales.
«La mayor parte de las situaciones que atendemos no están expresamente establecidas en documentos jurídicos, pero los derechos sexuales se defienden por vía indirecta, a través de otros que están en la Constitución, como el respeto a la dignidad humana, el pleno desarrollo, la no discriminación, el derecho a la salud, a la educación y al trabajo», precisa Vázquez Seijido.
«También vemos homosexuales discriminados por su familia y obligados a salir de la vivienda, aunque no tengan dónde estar; y mujeres que vivieron toda su vida con el esposo y al terminar la relación este las saca de la casa, a veces hasta con los hijos», precisa el joven abogado.
La gran mayoría de las personas no denuncian estos actos discriminatorios o lesivos a sus derechos sexuales porque no los reconocen como derechos humanos que garantizan el disfrute de la sexualidad de manera plena y responsable.
«La cultura jurídica es fundamental en el empoderamiento de las personas, cualquiera que sea su orientación sexual. Si no conocen los derechos que les asisten no sabrán cuándo les son quebrantados y no podrán ejercer su ciudadanía como sujetos de derecho», argumenta Vázquez Seijido, y aclara también que el Cenesex no suple la función de otras instituciones, sino que las apoya con un fin educativo.
En el caso de las personas transgénero, muchas son apartadas de su espacio laboral o educacional porque su imagen cambia al hacerse más evidente el proceso de construcción identitaria, llamado también de transición.
«Si a un estudiante le dicen que no puede venir vestido así y lo obligan a ser como no es, casi siempre prefiere abandonar la escuela. Esa dinámica impuesta genera una angustia impresionante, que lleva a ausencias injustificadas o incidencias negativas en el orden escolar, y eso los saca del sistema educativo por baja académica o porque se rinden ante tanta presión».
Lo mismo ocurre en muchos centros laborales, y eso coloca a estas personas al margen de la misma sociedad, que les exige una conducta social más responsable.
El servicio se brinda miércoles y viernes, si bien las puertas de la institución están abiertas cualquier día de la semana para atender a aquellos que llegan desde lugares alejados. A la oficina del Vedado capitalino (calle 10, esquina a 21) puede asistir todo el que lo desee para intercambiar con el equipo de asesoría jurídica, compuesto por un abogado y dos abogadas.
«La dinámica indicó que los servicios debían ampliarse al acompañamiento y no limitarse a la orientación, porque la mayoría de los casos requiere manejar documentos legales que ilustren sobre la situación del conflicto o la lesión a los derechos», apunta Vázquez Seijido.
Desde hace más de diez años el centro estimula espacios de discusión, diálogo y capacitación, de los que han surgido grupos que se aglutinan en las redes sociales comunitarias del Cenesex. Una de estas es la Red de Juristas por los Derechos Sexuales, surgida en abril de 2012, que agrupa a profesionales y estudiantes de Derecho. Con el propósito de accionar en función del reconocimiento y garantía de estos derechos, la red capacita dentro y fuera de su entorno, y estimula investigaciones científicas en materia jurídica.
El diálogo con instituciones garantes de esos derechos es otro esfuerzo efectivo. Trabajar con los ministerios de las Fuerzas Armadas y del Interior ha desembocado en soluciones positivas, y con la Policía Nacional Revolucionaria se alcanzó un vínculo directo y constante.
«Hoy las personas transportan un carné de identidad que ilustra en la foto quiénes son realmente y no quienes supuestamente debieran ser de acuerdo al género asignado al nacer. También apoyamos el cambio de nombre para quienes no se han reasignado quirúrgicamente y agilizamos el proceso para los que ya lo han hecho», resalta Vázquez Seijido.