Un equipo científico identificó lo que podría ser la legendaria piedra solar de los navegantes vikingos con la que se orientaban en días nublados, cuando aún las brújulas eran inexistentes, difundió la revista Proceedings, de la British Royal Society.
El instrumento, un cristal con forma de rectángulo hecho de espato de Islandia, fue descubierto entre otras piezas en un buque de guerra británico que naufragó en 1592 en un viaje a Francia por encargo de la reina Isabel I.
Dicho material es transparente y con una formación natural de cristal de calcita que polariza la luz y puede determinar la posición en que se encuentra el Sol, cuando este se halla oculto.
Durante mucho tiempo, los científicos debatieron si el objeto se trataba de una piedra solar o un dispositivo que divide la luz.
Para determinar la procedencia del objeto, los científicos practicaron un análisis a un pequeño trozo de roca mediante un dispositivo llamado espectrómetro, y se confirmó que se trataba de una calcita.