Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Los insospechados beneficios de Jenner

La vacunación es una de las acciones más eficaces para reducir el daño causado por ciertas infecciones. Iniciada con el descubrimiento de Jenner, representa disímiles posibilidades benéficas

Autor:

Julio César Hernández Perera

El mundo ha prestado atención al desarrollo de vacunas contra el cáncer como el producto biotecnológico cubano nombrado CIMAvax-EGF, y, recientemente, otra desarrollada por científicos alemanes de la Universidad de Maguncia. Esta última fue registrada como una vacuna contra todas las neoplasias malignas. Los resultados de los primeros ensayos clínicos de este producto se publicaron a principios de junio de 2016 en la prestigiosa revista científica Nature.

Para muchos es difícil intuir cómo ese éxito científico y otros similares que están por venir poseen historias fascinantes. Sus inicios están relacionados con la viruela y con un hombre que en el siglo XVIII descubrió y llevó a cabo un procedimiento novedoso para combatir la referida infección.

El mal de la pústula

La viruela, enfermedad muy contagiosa, fue un mal del pasado. Se ha dicho que surgió cerca de Egipto hace más de diez centurias y sus secuelas estuvieron bien documentadas por antiguas culturas de Egipto y Mesopotamia.

Desde esos territorios la enfermedad se difuminó a Europa, Asia y el norte de África. Con posterioridad llegó a América a través de los colonizadores y el mal se sumó, junto con la opresión, al exterminio de poblaciones aborígenes americanas.

A partir del siglo XVII la viruela se volvió endémica en casi todo el mundo y durante mucho tiempo fue un azote hasta ser erradicada en la segunda mitad del siglo XX. El padecimiento se distinguía por la fiebre elevada, postración y aparición de alteraciones en la piel que progresaban desde lesiones elevadas y enrojecidas en todo el cuerpo hasta pústulas y cicatrices deformantes.

Cerca del 30 por ciento de quienes la padecían sucumbían, y los sobrevivientes, con mucha frecuencia, quedaban con estigmas graves como la ceguera. A lo largo de los siglos XIX y XX se estimó en 500 millones el número de fallecidos por el virus en todo el orbe.

En un intento por buscar una cura a este sufrimiento se describió en la antigua civilización china la variolización (también conocida como variolación). Un método rudimentario que consistía en recoger restos de las pústulas de los enfermos por viruela que se hacían inhalar en personas sanas —en otras culturas se inoculaba—; se creaba con ello una afección leve que facilitaba ulterior inmunidad, aunque desdichadamente algunos morían.

La primera vacuna

Edward Jenner fue un inglés nacido el 17 de mayo de 1749 en el poblado de Berkeley. Desde temprana edad mostró interés por la historia natural e hizo colecciones de plantas, huevos, aves y fósiles.

Esta inclinación le cultivó el poder de advertir detalladamente todo a su alrededor. Empezó a estudiar Medicina en 1770 y en cierta ocasión escuchó a una lechera decir que no adquiría la viruela porque ya había tenido la viruela del ganado vacuno, una enfermedad de la ubre de las vacas similar a la humana, que afectaba con frecuencia las manos de quienes ordeñaban estos animales.

A diferencia de la viruela humana, la del ganado vacuno tenía un curso limitado, benigno, con escasas secuelas y recuperación rápida.

Esta conjetura había sido catalogada en aquel entonces como un mito y Jenner fue de los pocos que pudo advertir en ella una posibilidad real. El hecho le provocó una atracción perenne al punto de que después de haberse graduado en 1792 dedicó muchos años de investigación al estudio de la viruela.

El médico estaba seguro de una teoría y para demostrarla tomó una controvertida decisión que en estos momentos hubiera sido fuertemente reprochada: comprobó su tesis en un niño de ocho años llamado James Phipps.

El 14 de mayo de 1796 el médico inoculó al menor con la linfa de una de las pústulas de viruela de la vaca localizada en las manos de una ordeñadora llamada Sara Nelmes. Tal procedimiento se conoció ulteriormente como vacunación, por derivarse del latín uaccina que significa vaca.

La prueba fue exitosa después de haberse expuesto al niño vacunado a la viruela humana, la cual no padeció nunca. Jenner superó con éxito el experimento y lo publicó en 1798.

En menos de diez años la vacunación se había extendido al mundo entero y su descubrimiento se considera como el trabajo pionero en la inmunoterapia, apreciado como una de las mayores revoluciones en la terapia médica, pues la vacunación no fue solo un arma de lucha contra la viruela, sino que también fue el primer gran propósito social de la Medicina: la prevención.

Entre los territorios de ultramar que se interesaron en la vacunación como alternativa real para combatir la viruela, estaba La Habana. El destacado médico cubano Tomás Romay y Chacón la aplicó por vez primera, con éxito, en la mañana del 12 de febrero de 1804.

Nuestro científico, para demostrar el beneficio de la vacunación, realizó —tal como hizo Jenner— lo que fue la primera investigación médica realizada en humanos en Cuba. El 23 de marzo de 1804, cuatro niños vacunados desde hacía mes y medio fueron inoculados con pus proveniente de lesiones de pacientes afectados de viruela. Ninguno enfermó. Dos de ellos eran hijos de Romay.

A punto de cumplirse dos siglos del experimento de Edward Jenner, el 8 de mayo de 1980, la Organización Mundial de la Salud declaró la erradicación mundial de la viruela. Fue este un hito, pues tiene que ver con la primera y única enfermedad humana que ha sido eliminada.

Para lograr este éxito se llevó a cabo una campaña mundial iniciada en 1967, cuando en aquellos momentos se estimaban en más de diez millones los casos con viruela en 43 naciones.

Jenner no pudo imaginar que su invención, la vacuna, aportaría grandes beneficios a la humanidad. En la actualidad se estima que con la vacunación se evitan entre dos y tres millones de muertes anuales causadas por determinadas infecciones. Es una cifra de vidas salvadas que seguro será cada vez más creciente tras la aparición de nuevos avances.

Algunas fuentes consultadas:

López Espinosa JA. Esquema factográfico de primicias médicas cubanas. Acimed. 2004; 12.

Bhattacharya S. Reflections on the eradication of smallpox. Lancet. 2010; 375:1602-3.

Hajj Hussein I et al. Vaccines through centuries: Major cornerstones of global health. Front Public Health. 2015; 3:269.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.