Un reciente informe científico alerta del peligro de especies que creíamos saludables, como las jirafas y los robles
Alrededor de un millón de especies se enfrentan a la extinción, según ha revelado recientemente un informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes, por sus siglas en inglés), organismo intergubernamental independiente de ciencia y política respaldado por la ONU.
Entre los animales mencionados por el texto especializado, asombra encontrar especies que creíamos a salvo, como las jirafas, los loros e incluso los robles, los cactus y las algas. Se considera que una especie está en peligro de extinción cuando todos los representantes de esta corren el riesgo de desaparecer de la faz de la Tierra.
Al señalar las diversas causas de los alarmantes descensos de la cantidad de ejemplares animales en estas especies, el documento apunta a factores desencadenantes en diversas áreas de impacto humano que se entrecruzan con los ecosistemas.
Por ejemplo, la disminución de jirafas se debe directamente a la degradación de su hábitat, con la extracción de madera y la ampliación de terrenos dedicados a la agricultura. El resultado: solo quedan alrededor de 600 jirafas de África occidental en estado salvaje.
Las jirafas están entre las especies que realmente decaen a ritmos alarmantes.
También entre las especies vegetales se repiten los factores humanos detrás de la crisis de biodiversidad, con
diversas prácticas económicas y sociales como detonantes de la desaparición de árboles.
Entre las causas más comunes, la tala y la deforestación a causa de la industria, la agricultura y la leña para calentarse y cocinar, unidos al sempiterno peligro del calentamiento global y sus problemas derivados, como incendios forestales, sigue señalando hacia la desaforada
carrera del desarrollo humano como responsable directo del desastre.
Como han venido alertando durante años, los expertos en biodiversidad pronostican que de mantenerse los patrones de consumo actuales, la actual crisis de especies crecerá, trayendo resultados catastróficos para la humanidad,
a menos que los humanos interactuemos con la naturaleza de una manera más sostenible.
El informe de IPBES enfatiza en que las especies silvestres son una fuente indispensable de alimento, refugio e ingresos para cientos de millones de personas en todo el mundo, alertó a la prensa Susan Gardner, directora de la División de Ecosistemas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
«El uso sostenible es cuando se contribuye al bienestar humano mientras la biodiversidad y el funcionamiento del ecosistema se mantienen. Al continuar usando estos recursos de manera insostenible, no solo estamos dañando y arriesgando la pérdida de las poblaciones de estas especies; estamos afectando nuestra salud y bienestar propios, además de los de las próximas generaciones», añade, citada por el medio especializado NYCT.
La Conferencia de Biodiversidad de la ONU convoca a los gobiernos de todo el mundo a acordar un nuevo conjunto de objetivos para la naturaleza durante la próxima década a través del Convenio sobre la Diversidad Biológica Marco posterior al marco de 2020.
El marco establece un ambicioso plan para implementar acciones de amplia base para lograr una transformación en la relación de la sociedad con la biodiversidad y garantizar que para 2050 se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza.
La desaparición de especies de árboles y de algas marinas afectaría a numerosas especies animales y su ecosistema. Fotos: Reuters
Los cambios que se necesitan para reducir la pérdida de biodiversidad incluyen una distribución equitativa de costos y beneficios, cambios en los valores sociales y sistemas de gobernanza efectivos.
Entre las soluciones prácticas, los expertos siguen apuntando desde hace varios años a los saberes válidos de las comunidades indígenas.
El informe reafirma la importancia de asegurar que los pueblos indígenas puedan tener los derechos sobre sus tierras, ya que desde hace tiempo estos entienden el valor de las especies silvestres y han aprendido a cohabitar con ellas de manera sostenible.
Las soluciones siguen siendo las mismas, actuemos para que los problemas y los responsables cambiemos.
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