Descubre y anímate a realizar estas pequeñas obras de arte, cuya belleza en miniatura le aportará a tu hogar ese encanto que solo vive en las cosas diminutas
No son simples alfileteros. Son pequeñas obras de arte, cuya belleza en miniatura le aportará a tu hogar ese encanto específico y un tanto indescifrable que solo vive en las cosas diminutas.
Si tienes máquina de coser en casa, sabrás de antemano que estas piezas resultan sencillamente imprescindibles. Pero si no es así, e incluso si ni siquiera coses a mano habitualmente… no te desanimes y continúa leyendo; pues ya verás como objetos aparentemente intrascendentes se convierten en maravillosas minucias con las cuales decorar los más diversos rincones de tu casa.
Ya sea con las imitaciones de golosinas, los cactus, la jocosa ancianilla, el reloj de pulsera, el anillo o el cojincito con yoyos de tela, cualquiera de estas ideas puede ser esa que cambie, «así de fácil», tu día.
Para las opciones que emplean fieltro, recuerda que puedes sustituirlo por esas toallas sintéticas y de varios colores que se usan en la higiene de la cocina. Para las propuestas necesitarás retacitos de tela y algo de hilo estambre (o varias hebras de hilo de coser). Y claro está, el acabado final de la obra lo darán los alfileres.
Anímate a recrear estas bellezas en miniatura y envíame la foto junto a la historia de cómo lo lograste. Tal y como lo ha hecho la lectora Ana Virginia González, inspirada en nuestro tema anterior Cortinas: un toque de clase y elegancia. Te espero el próximo miércoles. ¡No me faltes!
Ana Virginia González: «Deseo compartir con ustedes cómo solucioné una dificultad doméstica. Como vivo en La Lisa, la titulé: Cortinas a lo “liseño”. Después de colocada la cortina en la ventana de hierro y cristal de mi sala, surgió ante mí un problema: cada vez que abría las ventanas, la brisa enredaba las cortinas en los muebles y adornos colindantes. Entonces me cuestioné: ¿cómo lograr recogerla de manera que no pierda su belleza y utilidad?
Necesitaba encontrar una solución económica y rápida. Al cabo de varios días conseguí resolver el problema: Levantamos —en forma de pliegue— la «pata» de la cortina y con un simple palillo de ropa lo ajustamos al saliente del marco. Luego dejamos caer el pliegue realizado en la tela y este tapará el palillo. Debemos cerciorarnos de que nos quede igual en todas las partes.»
(Imágenes tomadas de Pinterest)
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