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El dinero que se tragó el POS

Autor:

Loraine Bosch Taquechel

Le pasó a él, sin embargo, le puede pasar a cualquiera. Fue en el mercado ubicado en 7ma. y 32, municipio capitalino de Playa, pero puede suceder en cualquier tienda. Lo cierto es que aun cuando cotidianamente se denuncia lo mal hecho, así como las estafas e indisciplinas a las que se enfrenta la población, nunca es suficiente.

Esta vez, el cliente se dirigió a la caja para pagar con tarjeta magnética la compra efectuada equivalente a 8, 25 CUC. Llamó la atención que la dependienta pasó la tarjeta dos veces por el POS, pero imaginó que podía ser normal por el hecho que muchas veces se hace por error en el sistema, sin embargo no fue el caso.

Al obtener el comprobante y revisar, el usuario confirmó su duda. De inmediato consultó el saldo y las operaciones realizadas a través de la aplicación Transfermóvil, pero no se convencía y entonces acudió a un cajero automático.

Fue en ese momento que comprobó la razón de tanta sospecha, al menos esa que indicaba que algo pasaba. Tenía la prueba en sus manos. Una operación mostraba el gasto de la compra, exactamente los 8,25 CUC iniciales, y otra operación «fantasma» exponía un faltante igual a 37,10 CUC, de ahí que el resultado era un saldo totalmente diferente al que debía quedar.

El siguiente paso, por supuesto, fue regresar a la tienda. Por suerte aún estaba abierta. Apenas entró la dependienta lo reconoció e indagó qué había pasado. Luego de explicarle, ella respondió que había sido un error y lo correspondido era reportar la queja a Fincimex, por lo que le aconsejó que regresara al día siguiente. Y así fue.

Este lunes allí estaba el cliente, en busca de una respuesta concreta y la devolución del dinero extraviado. Fue recibido por la misma dependienta, quien le dijo que lo estaba esperando y que había reportado su caso, ahora debía esperar a que Fincimex analizara lo sucedido y devolviera el dinero.

¿Me puede dar algún número de teléfono de esa empresa para seguir el proceso y ver cómo marcha la solución?, preguntó el usuario. El que tengo no es para esos casos, de inmediato le respondieron.

Inconforme al fin, y preocupado ante tal situación, llamó al 113 y salió a la búsqueda de algún número de Fincimex que le mostrara el camino que debía seguir, fue entonces que dio con uno y luego con otro, hasta que uno de quienes lo atendió le explicó que el encargado principal de darle respuesta era el personal de la tienda y lo que procedía era la devolución inmediata del dinero.

Pero la sorpresa del cliente fue mayor cuando al explicarle una vez más a su interlocutor lo que le habían dicho en la tienda, una voz calmada y atenta preguntó el lugar donde se encontraba y le dijo que esperara que enviarían a un especialista, y así fue.

De seguro ya pueden imaginar las caras de la dependienta y la gerente cuando lo vieron entrar. Pasó entonces a analizarse una vez más los hechos, pero ahora no aparecía la prueba que mostraba la segunda operación de la tarjeta, o sea la segunda vez que se pasó por el POS. Igual no hizo falta, porque todo quedó registrado.

Evidentemente se habían hecho dos operaciones con la tarjeta, una mostraba los 8,25 de la compra realizada y otra los 37,10 que faltaban y no se habían justificado, solo que desaparecieron por «arte de magia».

La respuesta dada por el especialista a los presentes fue la misma que la empresa le dio al cliente cuando la primera llamada: «El encargado principal de dar respuesta es el personal de la tienda y lo que procede es devolverle de inmediato el dinero al cliente». Luego vino una disculpa, la justificación de que había sido un error y que el dinero sería devuelto, a lo más tardar, en 72 horas.

Me pregunto, ¿qué pasa con los usuarios que tienen como práctica realizar las compras a través de los POS pero no consultar el saldo de inmediato? ¿O aquellos que por seguir lo establecido se conforman o, mejor, confían en la respuesta dada por el personal de la tienda y esperan en el banco de la paciencia?

No siempre se tiene la suerte de que quien te atiende al teléfono es una persona responsable y atenta, menos aún que alguien se dirija al lugar de los hechos de inmediato y aclare lo sucedido. Grande por el especialista de Fincimex, la profesionalidad y la atención brindada.

La historia contada no es el primer hecho de este tipo que se denuncia. Disímiles han sido las estafas a clientes a través de cajeros automáticos, pagos realizados con tarjetas magnéticas y otros delitos e indisciplinas que se asocian al comercio electrónico. De hecho, hace unas semanas nuestra sección Acuse de recibo lo alertaba. Sin embargo, al parecer nunca será suficiente, mas cuando hoy es una práctica emplear las tarjetas magnéticas para realizar diversas operaciones.

Se trata también de crear una cultura en la población en torno al uso y desarrollo eficiente del comercio electrónico como ha llamado el Presidente Miguel Díaz-Canel, pero que no lleve a la ocurrencia de fraudes y estafas. Asimismo que las bondades que ofrece la utilización de los POS no solo disminuyan el movimiento de efectivo en las tiendas y hagan más eficiente el proceso de compra, sino que le garantice al cliente la seguridad de que no corre riesgos en usarlo.

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