Las fuertes reacciones contrarias no se hicieron esperar. Y no era para menos. Las nuevas políticas del recién establecido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han provocado una sarta de protestas en los últimos días, no solo en ese país, sino también extrafronteras. Y la esfera del músculo se une a esa repulsa.
Como se conoce, el mandatario estadounidense firmó un decreto donde anunció un tiempo de cuatro meses para acoger refugiados, así como la prohibición, durante 90 días, de entrada a su país de ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes: Siria, Libia, Irak, Irán, Yemen, Somalia y Sudán. Al respecto, alegó que esto servirá para proteger a sus ciudadanos de posibles islamistas violentos.
Y las censuras le llegaron al instante. El atleta británico Mo Farah, nacido en Somalia y dueño de los títulos olímpicos en 5 000 y 10 000 metros, tanto en Londres 2012 como en Río de Janeiro 2016, ha condenado esta actitud de Trump, al asegurar que viene desde la ignorancia y el prejuicio, y que le convierten en un «alien» (extraterrestre) en el país donde entrena y vive junto a su familia.
Sin dudas, estas prescripciones muestran un contenido racista, discriminatorio y xenófobo.
Mientras, Michael Bradley, capitán de la selección de fútbol de Estados Unidos, criticó duramente a Donald Trump. «Con esta actitud, él lo que desea es probar que puede adoptar una política exterior contraria a la de sus predecesores, y que puede convertir en acciones las promesas antimigratorias que hizo durante su campaña electoral», ha comentado el destacado mediocampista de contención.
Estas medidas, que injurian al ser humano por su nacionalidad, también fueron reprochadas por el afamado entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, de la NBA. «Estoy consternado por esa orden ejecutiva. Es una idea horrible. Creo que si tratamos de combatir el terrorismo impidiendo que la gente venga a este país, yendo realmente en contra de los principios fundamentales de nuestra nación y creando miedo, es la manera incorrecta de hacerlo. En todo caso, estaríamos engendrando ira y miedo», comentó Kerr.
Pero como reza el refrán: «a una, otra». Irán, uno de los países a los que se les ha limitado la entrada a Estados Unidos, ya «volteó la moneda» y vetó la participación del equipo estadounidense de lucha libre en la Copa del Mundo por equipos, que se disputará en la ciudad de Kermanshah, al oeste de Irán, a mediados de este mes.
Trump también confirmó su proyecto de levantar un muro en los 3 200 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México, de los cuales 1 200 cuentan con cercas, vallas o algún tipo de obstáculo.
Esas intenciones no han sentado nada bien a los mexicanos, ni a su presidente Peña Nieto, quien salió a las pocas horas para contestar a su homólogo de Estados Unidos.
Y el mundo del fútbol, ese deporte universal seguido por millones de hinchas en todo el planeta, también contestó a Trump. Uno de los íconos del fútbol mexicano, el defensa central Rafa Márquez, evocando un gol de tiro libre en su etapa como jugador del Barcelona, lanzó un mensaje de advertencia al presidente estadounidense: «No hay muro capaz de detenernos, si creemos en nosotros mismos».