Una investigación aplicada entre 2 000 niños británicos de seis a doce años determinó que llegan a la nulidad absoluta en cuestión de conocimientos históricos o culturales.
Las respuestas de los educandos al cuestionario provocan desde sonrisas hasta carcajadas, aunque en verdad, se trate de un asunto muy serio. Contestaron a un formulario, harto básico en la mayoría de sus interrogantes, con afirmaciones demostrativas, en última instancia, de la ceguera paterna ante la relevancia de la lectura.
La muchachada británica consideró que Colón sería el encargado de encontrar el remedio para los gordos: la liposucción.
Según la consideración de los encuestados, Jack Bauer, personaje de la mundialmente famosa teleserie 24 horas, encarnado por el actor Kiefer Sutherland, es el autor intelectual de la Conspiración de la Pólvora, hecho histórico del siglo XVII.
Siempre de acuerdo con el criterio de los entrevistados, Mandela preside los Estados Unidos; Rolf Harris pintó la Mona Lisa; Newton descubrió el fuego y el planeta más lejano del nuestro es uno de la saga de ciencia ficción La guerra de las galaxias, creada por George Lucas.
No obstante, la chiquillada del Reino Unido, en pleno, identificó el último chisme de Britney Spears u otras necedades análogas vistas a diario en televisión, o leídas en los titulares de Yahoo.
Lo más curioso, sin embargo, es que en vez de provocar sobresalto, noticias semejantes ya no extrañan a casi nadie. Pruebas similares, en otras partes, arrojan resultados parecidos.
Más allá de posibles carencias formativas en los modelos pedagógicos, deviene síntoma de la expresión de buena parte del cuerpo social de una época que privilegia soportes donde la lectura (impresa o digital, pero hasta hoy el método mejor para la adquisición de saber) queda menoscabada al rango de artilugio antediluviano.
Y hablamos de la lectura real, no la de los e-mail y los 140 caracteres de twiter.
El profesor John Kozy escribió, en julio de 2009, las siguientes afirmaciones para Global Research: «La ignorancia domina en EE.UU.: afecta a los ricos así como a los pobres, a los poderosos y a los carentes de poder, a los famosos así como a los poco conocidos. Prevalece en las salas de los directores ejecutivos de la nación, en el Congreso, en las fuerzas armadas, e incluso en nuestras universidades. La ignorancia define a esta nación».
En su explicación en torno a las razones, Kozy daba en el blanco del fenómeno: «Aparentemente los arquitectos, los urbanizadores y los constructores estadounidenses no consideran que haya que prever libros en los hogares estadounidenses. Sus casas tienen cocinas, dormitorios, baños, comedores, habitaciones familiares, piezas de entretenimiento y de juego, pero ninguna biblioteca, dejando en claro que los libros no forman parte integral de la cultura estadounidense. Los libros, sin embargo, son cúmulos de conocimientos.
«La gente se educa leyendo libros. Si las casas carecen de libros, faltan los medios para la educación. Si un niño descubre que los libros no son valorizados en su casa, ¿por qué los iba a valorizar en la escuela? Si su familia cree que basta con lo que aprenden al mirar la televisión, ¿por qué iba a creer algo diferente un niño?».
pepe
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:10:56 am.
No discuto la seriedad de estos estudios, pero me pregunto: ¿Y cóo es posible, con tanta ignorancia, que los EEUU estén a la cabeza del desarrollo técnico y científico del mundo? ¿Por qué son tan frecuentes las noticias sobre descubrimientos en estos campos en los Estados Unidos'
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pepe
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:11:00 am.
Kozy se queja de que las casas en los EEUU tienen salones de juegos y entretenimientos, pero no bibliotecas....Me pregunto: ¿Y dónde están esas casas con salones de juegos y entretenimientoos? Yo en mi vida he entrado en na de esas casas. En las casa donde he vivido, sólo ha existido lo imprescindible. Sin embargo, mi madre, que nunca fue a la escuela, era una lectora infatigable. Viviamos en el campo, antes del 59, y mi padre, un canario que solo tenía 4o. grado, nos enseñó a mí y a mis hermanos hasta un nivel de 4o. grado. Me leí el Quijote cuando tenía 11, y después muchos otros clásicos de la literatura española y mundial. Estoy hablando de los años 50, dentro de una familia campesina y pobre.Y, por supuesto, no teníamos salón para la biblioteca. Entonces: ¿Son necesarios todos esos salones de los que habla ese señor para que la gente lea y deje atrás la ignorancia? ¿Los tienen la inmensa mayoría de las casa cubanas? En verdad, no sé en qué aspecto del problema ha "dado en el blanco" ese señor.
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Alfredo Viamonte
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:11:01 am.
Mi estimado Julio, hoy tengo que discrepar de usted: Si aplicasemos una encuesta similar, adaptada a nuestras realidades claro, le aseguro que los resultados no serian muy diferentes. Triste, pero verdad. Como expresé el viernes en el articulo del maestro Luis Sexto, la verdad duele, el problema es ver si hay alguien dispuesto a soportar el dolor. Gracias por publicar mi comentario
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santiago
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:11:01 am.
Y? es que en nuestro pais no existen problemas con la lectura? Recientemente leí un trabajo al respecto en la prensa nacional y no era nada halagüeño. Que otra explicacion tiene que haya que tomar medidas para corregir os errores ortograficos inclusos en la educacion superior. Creo que hubise sido mas interesante si hablase de nuestros problemas, que al final son los que nos interesan y son los que tenemos que resolver nosotros mismos.
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edmundo
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:11:01 am.
Me pregunto que responderían nuestros estudiantes en Cuba si hacen algún tipo de encuesta de estas. LO digo por mi entorno. Soy un ávido lector, pero enmi casa a nadie más le gusta leer, y se le hago algunas preguntas de estas o tal vez más simles a mi hijas, no creo que la respondan. Revisemonos internamente para bien de nuestro futuro, es más facil ver la paja en el ojo ajeno. Con todo mi respeto periodista, en Cuba hay muchas cosas de las que se pueden hacer interesantes artículos, y de lo cual nos beneficiaríamos los propios cubanos.
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Alfonso Teijelo
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:11:03 am.
Hoy no tengo más alternativa que coincidir con mis compañeros de foro. Solo aclararle algo a pepe(1): El asunto consiste en que, por un lado, una parte importante de esos investigadores y científicos, son cerebros robados de todas partes del mundo. Por otro lado, se puede ser un excelente ingeniero, o doctor, y ser un perfecto inculto. Y aquí es donde me atrevo a señalarle a nuestro periodista que, de esa "pata" también cojea, y bastante, nuestra sociedad. Se confunde mucho escolarización con cultura, y aunque una dependa de la otra, no suelen andar juntas. Creo que nos hace falta alguna que otra encuesta como la mencionada, para hurgar en una fea realidad, en nuestro propio terruño. Gracias.
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Jota
Viernes 22 septiembre 2017 | 01:11:13 am.
Que se haga AQUI EN CUBA un estudio de ese tipo y veremos las floridas repuestas de nuestros estudiantes ¿La publicacá JR?
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