Fuerzas israelíes en la ofensiva terrestre contra Gaza. Autor: The Libertarian Institute Publicado: 22/09/2025 | 03:39 pm
Israel y Estados Unidos ocultan la conmoción y el impacto del masivo reconocimiento del Estado Palestino con un rotundo rechazo y brutales amenazas de emplear toda su fuerza para impedirlo, pero el fracaso político-diplomático de la agresión genocida y la guerra de exterminio en Gaza está a la vista.
El espanto y el rechazo universal ante las escenas de la matanza, cada vez más trágica y transgresora de todos los valores humanos, confirma el fracaso del uso de todo el poderío militar. El horror y repudio desplegado en las manifestaciones masivas populstrd -la gente que piensa, los que votan, eligen o derriban gobiernos- se ha hecho sentir con fuerza en las capitales de la llamada «civilización occidental». París, Londres, Lisboa, Madrid, Sidney, entre otras, se hicieron sentir en actos de rechazo a la limpieza étnica, el racismo y la intolerancia.
No es el fin del dominio de los territorios ocupados por el régimen del Apartheid sionista en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental -la capital usurpada del futuro Estado árabe palestino- pero puede ser el principio de la derrota final del colonialismo sionista.
Es significativo que Gran Bretaña, la potencia imperial que 108 años atrás publicó la Declaración Balfour, que prometió la creación de un «Hogar judío» en Palestina, en ejercicio de su «Mandato» otorgado por la Liga de Naciones, haya dado el paso formal de reconocer el Estado de Palestina. Con esta decisión, el Reino Unido y Francia -miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto- han certificado el aislamiento de Estados Unidos e Israel, más allá de las presiones que pueda ejercer Washington en el futuro.
Ha caído el velo protector de las falsedades que encubrió al Estado sionista como víctima del antisemitismo, heredero de toda la lástima por el Holocausto.
Las montañas de escombros de los restos de Gaza, bañadas de sangre palestina han inclinado la balanza. La injusticia tiembla. El pueblo viril de Gaza y Cisjordania, llora la muerte de más 65 000 de sus hijos, asesinados en los bombardeos indiscriminados, entre ellos más de 20 000 niñas y niños, a los que se suman cerca de 170 009 heridos. El reconocimiento de sus derechos -aunque sea formal- es resultado de su Resistencia.
«No sucederá», dijo el primer ministro sionista Benjamín Netanyahu. La respuesta de Israel llegará después de su próximo viaje a Estados Unidos y «los asentamientos se expandirán», dijo, desafiando a la legalidad internacional.
«Hoy, para reavivar la esperanza de paz para los palestinos e israelíes y una solución de dos Estados, el Reino Unido reconoce formalmente al Estado de Palestina», declaró con orgullo el primer ministro británico, Keir Starmer, en una declaración transmitida en vídeo, para precisar su posición.
Insistió en que la solución de dos Estados «no es una recompensa para Hamás», porque su visión de futuro descarta cualquier papel para Hamás en el gobierno.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, reconoció que «el actual gobierno israelí está trabajando metódicamente para impedir que alguna vez se establezca la perspectiva de un Estado palestino». Y el premier australiano, Anthony Albanese, dijo que su decisión refleja el «compromiso de larga data de Canberra con una solución de dos Estados, que siempre ha sido el único camino hacia la paz y la seguridad duraderas para los pueblos israelí y palestino».
El domingo, Portugal dijo que también reconoce un Estado palestino, «una política fundamental, consistente y ampliamente acordada», dijo el ministro de Asuntos Exteriores portugués, Paulo Rangel, a la prensa en Nueva York.
«Portugal defiende la solución de dos Estados como única vía hacia una paz justa y duradera, que promueva la coexistencia y las relaciones pacíficas entre Israel y Palestina», añadió.
Netanyahu se jactó de que bajo su liderazgo, Israel «duplicó los asentamientos judíos en Judea y Samaria ( Cisjordania) «Continuaremos por ese camino», dijo.
Como se esperaba, los anuncios del domingo desencadenaron una ola de furiosas denuncias de todo el espectro político sionista en Israel.
Los disgustos comenzaron a acumularse desde el viernes, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó por una mayoría aplastante de 145 votos a favor y solo cinco en contra permitir de forma excepcional que Palestina participe por videoconferencia en la 80 sesión de la Asamblea que comenzaría este lunes.
La decisión dio respuesta al veto que el Gobierno de Estados Unidos impuso contra el Gobierno de la Autoridad Palestina (AP), a la que negó los visados de entrada en el país, en contravención de los acuerdos que vinculan a la ONU y a EE. UU. como estado anfitrión.
En esta ocasión, solo votaron en contra Israel, Estados Unidos, Paraguay, Nauru y Palau; otros países que suelen alinearse con ellos, como Hungría o Argentina, optaron por la abstención o se ausentaron de la sesión.
Este aislamiento de los agresores no tenía precedentes. Otra derrota de Israel y EE. UU. que puede marcar una tendencia. Aunque el camino todavía resulte largo y escabroso.