Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Hoy Cuba y Rusia miran con firmeza y determinación hacia el futuro

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en acto conmemorativo por el 65 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Rusia, en Moscú, el 7 de mayo de 2025, “Año 67 de la Revolución”.

Autor:

Juventud Rebelde

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

Querida hermana y amiga excelentísima señora Valentina Matvienko, presidenta del Consejo de la Federación de Rusia;

Estimado amigo Alexei Shaposhnikov, presidente de la Duma de Moscú;

Queridos amigas y amigos:

Del pueblo ruso se puede decir hoy lo que dijo Fidel Castro refiriéndose al cubano el Primero de Mayo de 2003: “Jamás un pueblo tuvo cosas tan sagradas que defender, ni convicciones tan profundas por las cuales luchar, de tal modo que prefiere desaparecer de la faz de la tierra antes que renunciar a la obra noble y generosa por la cual muchas generaciones de cubanos han pagado el elevado costo de muchas vidas de sus mejores hijos”. ¡Viva la amistad entrañable entre Rusia y Cuba, y viva el 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo que hoy
aquí estamos celebrando!

Creo que recojo el sentir de todos mis compatriotas si les digo que nos satisface mucho estar en Rusia en vísperas de una fecha trascendental, no solo para esta gran nación, sino para toda la humanidad: el 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo en la Gran Guerra Patria. Esa satisfacción crece con la particularidad de este día, cuando se cumplen 65 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre nuestros países.

Celebrar el acontecimiento en Moscú, en este especial contexto, es un gesto que agradecemos a nuestros anfitriones, en medio de los preparativos de la trascendental conmemoración del 9 de Mayo, con numerosos invitados extranjeros.

Siempre emociona estar en Rusia, pero compartir estas jornadas de celebración de la victoria sobre el fascismo con los pueblos que entregaron 27 millones de vidas, en la Gran Guerra Patria, es un honor tremendo. Una elegía al heroísmo que salvó a la humanidad del holocausto nazi hace 80 años y hoy inspira a los que luchan contra las señales de reemergencia y resurgimiento del nazismo en el mundo.

Seis décadas y media de relaciones ininterrumpidas entre Cuba y Rusia confirman que la distancia geográfica no es obstáculo, cuando se crean sentimientos profundos de amistad basados en el respeto, la admiración y también en una historia común.

Existen testimonios sobre mambises rusos a las órdenes del General Antonio Maceo, y se conoce de tres jóvenes cubanos: Enrique Vilar y los hermanos Jorge y Aldo Vivó, quienes se enrolaron en el Ejército Rojo durante la Gran Guerra Patria. Aldo y Enrique cayeron combatiendo heroicamente, y Jorge sobrevivió a la terrible contienda. Ellos merecieron altos reconocimientos del Soviet Supremo de la URSS y del Consejo de
Estado de Cuba.

Esa hermandad sellada con sangre por los héroes de ambos pueblos tiene sólidas expresiones en la cultura y en otros ámbitos.

Nuestro Héroe Nacional, José Martí, escribió extensos ensayos sobre la obra del gran poeta ruso Alexánder Pushkin y el pintor Vasily Vereshchágin, a quienes admiró profundamente por los altos valores artísticos y las ansias de libertad expresadas en sus creaciones.

Hubo múltiples intercambios en el arte y el deporte durante la primera mitad del siglo XX; visitaron Cuba importantes artistas rusos, como la reconocida bailarina Anna Pávlova en 1915, y fue histórica la rivalidad entre los maestros ajedrecistas Alexánder Aliójin y José Raúl Capablanca en 1927, disputándose el título de Campeón del mundo.

Los contactos oficiales entre ambos países se remontan a 1902, como apreciamos en la exposición. Luego tuvieron varias interrupciones motivadas por la subordinación política de los gobiernos cubanos de entonces a los Estados Unidos.

A poco más de un año del triunfo de la Revolución Cubana se tomó la decisión de restablecer las relaciones entre nuestras naciones, iniciándose el 8 de mayo de 1960 una nueva etapa de vínculos entre dos países independientes y soberanos.

A partir de entonces comenzó una intensa colaboración en diversas esferas: la agricultura, la energía, la construcción, el ámbito técnico-militar, pero también en el deporte, la educación, la ciencia, la cultura y el arte. La ayuda de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en esos primeros años fue vital no solo para la supervivencia de la Revolución, sino también para el desarrollo de nuestro país.

Como expresara el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz en el discurso que pronunció en la Plaza Roja el 28 de abril de 1963: “¡Sin la existencia de la Unión Soviética no habría sido posible la Revolución socialista de Cuba! [...] Es lógico que nosotros sintamos una profunda y eterna gratitud hacia el pueblo soviético”, refiriéndose no solo al legado histórico que representó para Cuba la Gran Revolución Socialista de 1917, sino toda la ayuda material y de cooperación recibida en esos difíciles años en que los Estados Unidos tomaron las primeras medidas, que luego se convertirían en el ilegal y cruel bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestro país, hoy recrudecido.

Queridos amigas y amigos:

No existen impedimentos para la cercanía entre nuestros pueblos y naciones, unidos por la simpatía, la amistad, el respeto mutuo y un sentimiento común en defensa de las causas justas. Ello propició hitos en la relación bilateral, como el primer vuelo espacial conjunto soviético-cubano, entre el
primer cosmonauta de Cuba y de América Latina, Arnaldo Tamayo Méndez, y Yuri Romanenko, acontecimiento que en septiembre de este año arribará a su 45 aniversario; pero también el aporte de ambos países a hechos tan trascendentales en la historia del siglo XX, como la derrota del oprobioso régimen del apartheid en África.

Soy parte de una generación que creció escuchando épicas leyendas de este pueblo ruso, que conoce los más populares animados rusos, que aprendió ruso por radio o en el año de preparatoria que cursaban miles de jóvenes cubanos que estudiaron en centros de educación superior de la URSS en las más diversas especialidades, para contribuir sensiblemente después al desarrollo, fundamentalmente industrial, de nuestro país.

Todos los que vivimos esas experiencias conservamos, más que una nostalgia, un profundo sentimiento de cercanía hacia Rusia, hacia ustedes.

En la década de los 90 del siglo pasado sobrevinieron años muy difíciles para Cuba. Tampoco fueron tiempos fáciles para Rusia. Se enfriaron las relaciones, pero nunca se apagó la llama de la amistad, que nos ha permitido continuar y reforzar ese vínculo que nos reúne hoy aquí.
Las visitas posteriores del presidente Vladímir Putin a La Habana y del General de Ejército Raúl Castro Ruz a la Federación de Rusia permitieron darles continuidad y renovar estos vínculos entre dos naciones hermanas.

La firma el 2 de noviembre de 2018, durante mi visita al Kremlin, de una declaración conjunta sobre enfoques comunes en los asuntos internacionales reafirmó no solo el carácter estratégico de las relaciones, sino la condición de aliados. Cuba y Rusia comparten enfoques comunes sobre los principales temas de la agenda internacional. Nos unen valores esenciales en defensa del multilateralismo, el Derecho Internacional y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, frente a los intentos de imponer un orden internacional basado en las reglas de Occidente, las políticas imperialistas y hegemónicas, y la imposición de crueles sanciones y medidas coercitivas unilaterales.

Cuba ha expresado preocupación por la doctrina militar crecientemente ofensiva de los Estados Unidos y de la OTAN fuera de sus fronteras, la retórica agresiva y las sanciones unilaterales contra Rusia, que han contribuido a exacerbar la confrontación y las tensiones regionales e internacionales y a prolongar el conflicto en Europa. Promovemos el diálogo y la cooperación para la promoción y protección de los derechos humanos, en contraposición a su manipulación con fines políticos y su uso como pretexto para interferir en los asuntos
internos de los Estados.

Estimados amigos:

Vemos con satisfacción cómo en estos años se han retomado importantes áreas de colaboración entre nuestros países. Rusia consolida su participación en proyectos estratégicos de nuestro Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030, y se han fortalecido los vínculos en sectores fundamentales para nuestra economía, como son: el energético, el transporte, la industria ferroviaria, la agricultura, las comunicaciones, la biotecnología y la industria farmacéutica, entre otros. Los intercambios educacionales, artísticos y culturales se han potenciado. El pueblo cubano conoce y ama el arte ruso, su literatura y su cine. El Festival de Cine ruso y las presentaciones de colectivos artísticos de San Petersburgo recientemente en La Habana y Santiago de Cuba son muestras de ello.

En Rusia y su pueblo sentimos el cariño hacia Cuba, que también goza de gran popularidad como destino turístico por la calidez con que recibimos en la isla a los visitantes de este hermano país, ofreciéndoles lo mejor de nuestras ricas tradiciones, historia y cultura. Nuestro pueblo otorga un alto valor al acompañamiento permanente de Rusia a la lucha por el levantamiento del criminal e injusto bloqueo y por la exclusión de Cuba de la espuria lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.

Agradecemos también al Gobierno ruso por su apoyo para la adhesión de Cuba a los BRICS como País socio, y a la Unión Económica Euroasiática como Estado Observador. Reiteramos el compromiso para avanzar en estas iniciativas de integración sobre la base de las relaciones históricas y los lazos que nos unen con sus Estados miembros.

Colegas, camaradas, amigos:

Nuestra amistad ha superado la prueba del tiempo y las circunstancias internacionales más complejas y diversas. La historia nos ha enseñado que, en medio de los desafíos que enfrentamos, la cooperación y la solidaridad son baluartes fundamentales de nuestra relación. Hoy Cuba y Rusia miran con firmeza y determinación hacia el futuro. La historia y sus coincidencias nos permiten celebrar el 65 aniversario de nuestras relaciones un día antes de la conmemoración del 80 aniversario de la histórica victoria sobre el fascismo, la colosal hazaña del pueblo ruso y de otros soviéticos, que no podrá ser negada jamás.

Como dijo Raúl: “las grandes victorias del Ejército Rojo son imperecederas”. Será un gran honor para todos nosotros compartir este momento histórico en los próximos días en la Plaza Roja con el presidente Vladímir Putin, su Gobierno y el hermano pueblo ruso. Continuemos trabajando en pos de alcanzar el bienestar y la prosperidad de dos pueblos hermanos y heroicos: el ruso y el cubano.

Si en otras épocas enfrentamos victoriosamente los más grandes desafíos de ambas naciones, no nos faltan hoy ni desafíos ni motivaciones para reemprender juntos el camino de la libertad en defensa de la paz, el desarrollo humano y el futuro de nuestros pueblos.

¡Viva la amistad entre Rusia y Cuba! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva la victoria en la Gran Guerra Patria! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Hasta la Victoria, Siempre!

Muchas gracias.

(Ovación.)

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