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El encuentro entre Xi y Blinken en Beijing pretende revertir el punto más bajo de las relaciones de sus respectivas naciones. Autor: Xinhua Publicado: 19/06/2023 | 06:35 pm
BEIJING, junio 19.— El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se reunió con altas autoridades de China ayer lunes, incluido el líder y Presidente del gigante asiático Xi Jinping, en encuentros que ambas partes han calificado como un esfuerzo para detener el peligroso incremento de las tensiones entre ambas naciones.
Blinken se reunió durante unos 35 minutos con Xi Jinping, luego de un encuentro de varias horas con Wang Yi, Director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China.
Al señalar que el mundo se está desarrollando y los tiempos están cambiando, Xi dijo que el mundo necesita una relación entre China y EE. UU. generalmente estable. Si los dos países pueden encontrar la manera correcta de llevarse bien, influye en el futuro y el destino de la humanidad, señaló Xi.
Afirmó el líder chino que la vasta extensión de la Tierra es lo suficientemente grande como para acomodar el desarrollo respectivo y la prosperidad común de China y EE. UU. Los chinos, al igual que los estadounidenses, son personas dignas, seguras de sí mismas y autosuficientes, dijo Xi, y agregó que ambos tienen derecho a buscar una vida mejor.
«Se deben valorar los intereses comunes de los dos países, y su éxito respectivo es una oportunidad en lugar de una amenaza para el otro», aseguró.
Xinhua destacó que Xi dijo que la comunidad internacional está generalmente preocupada por el estado actual de las relaciones China-EE.UU. «No quiere ver conflictos o confrontaciones entre China y EE. UU. ni elegir bando entre los dos países, y espera que los dos países coexistan en paz y tengan relaciones amistosas y cooperativas».
Los dos países deben actuar con un sentido de responsabilidad por la historia, por la gente y por el mundo, y manejar las relaciones China-EE.UU., agrego porque de esta manera, pueden contribuir a la paz y el desarrollo mundiales, y ayudar a que el mundo, que es cambiante y turbulento, sea más estable, seguro y constructivo.
Insistió en la necesidad del respeto mutuo, de la coexistencia pacífica y la cooperación de beneficio mutuo y pidió que la parte estadounidense que adopte una actitud racional y pragmática y trabaje con China en la misma dirección.
Xi señaló que las dos partes deben seguir comprometidas con los entendimientos comunes que él y el presidente Biden alcanzaron en Bali, y traducir las declaraciones positivas en acciones para estabilizar y mejorar la relación entre China y EE. UU.
Por su parte, Blinken transmitió los saludos del presidente Biden al presidente Xi y dijo que el presidente Biden cree que EE. UU. y China tienen la obligación de administrar sus relaciones de manera responsable, lo que redunda en interés de EE. UU., China y el mundo.
Según el reporte de Xinhua, en la reunión en la que estuvieron presentes Wang Yi y Qin Gang, ministro de Relaciones Exteriores, Blinken afirmó que Estados Unidos está comprometido a volver a la agenda establecida por los dos presidentes en Bali, y agregó que Estados Unidos cumple con los compromisos asumidos por el presidente Biden, a saber, que EE. UU. no busca una nueva Guerra Fría, ni cambiar el sistema de China, no apoya la «independencia de Taiwán» y no busca conflictos con China.
El sitio oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de China reportó el encuentro entre Blinken y Wang y destacó que la máxima autoridad de las relaciones exteriores de la nación señaló que la visita del Secretario de Estado a Beijing se produce en un momento crítico en las relaciones China-EE. UU., y hay que elegir entre diálogo y confrontación, y cooperación y conflicto.
Al señalar que las relaciones entre China y EE. UU. están en un punto bajo, Wang subrayó que la causa principal son las percepciones erróneas de EE. UU. hacia China, lo que ha llevado a políticas equivocadas, que debían reflexionar sobre ello y manejar conjuntamente las diferencias y evitar sorpresas estratégicas.
Exigió que EE. UU. deje de jugar con la «amenaza China, levante las sanciones unilaterales ilegales contra China, deje de reprimir los avances científicos y tecnológicos y no interfiera en los asuntos internos de China y en especial mencionó la cuestión de Taiwán y el principio de Una China Unida establecido en los tres Acuerdos China-EE. UU. respetar la soberanía y la integridad territorial de China y oponerse inequívocamente a la «independencia de Taiwán».
