El resultado del balotage en Türkiye tendrá un impacto geopolítico en la región euroasiática. Autor: France 24 Publicado: 27/05/2023 | 07:38 pm
Mas de 60 millones de turcos acuden este último domingo de mayo a las urnas para elegir al presidente que los gobernará durante los próximos cinco años. Una lucha entre el actual mandatario Recep Tayip Erdogan, a quien no le alcanzó el 49,51 por ciento de los votos de la primera vuelta para mantenerse al frente de la nación, y su contendiente Kemal Kiliçdaroglu, quien obtuvo el 44,88 por ciento de los votos el pasado 14 de mayo, una diferencia considerada estrecha como para pronosticar el resultado definitivo.
Sin embargo, con vistas a este balotaje, en el que se espera también una alta participación de la ciudadanía —casi el 90 por ciento acudió a las urnas en la primera vuelta, muy superior a las contiendas electorales de la mayoría de los países europeos—, se han escuchado los pronunciamientos de otras fuerzas políticas que se deben tener en cuenta y pudieran apuntar a una posible continuidad de Erdogan en el poder que ha ostentado por más de 20 años, a pesar de la amplia coalición opositora liderada por Kiliçdaroglu.
Se preevé en los comisios presidenciales altos registros de participación ciudadana. Foto: AFP
Erdogan, nacido en Estambul en 1954, se presentó a los comicios como candidato de la Alianza Popular, formada por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y el Partido de Acción Nacionalista (MHP), y se afirma que apela con fuerza a las mujeres y los votantes jóvenes para ganar nuevamente.
Quien en su carrera política fue alcalde de Estambul, Primer Ministro de 2003 a 2007, electo por primera vez como Presidente en 2014 con el 52 por ciento de los votos y reelegido en 2018 con el 52,5 por ciento, cuenta ahora con un escenario favorable para esta tercera presentación si se tiene en cuenta que sus correligionarios políticos obtuvieron mayoría en el Parlamento en las recientes elecciones.
El domingo 14 de mayo se definieron también los asientos de la Meclis, como se conoce al Parlamento turco, y la Alianza oficialista consiguió el 49,4 por ciento con 323 escaños frente al 35 por ciento de la Alianza Nacional de Kiliçdaroglu, con 214 sitiales.
Y hace unos poco días le ha dado su apoyo el derechista Sinan Ogan, convertido en la tercera fuerza política de la nación, tras obtener el 5,3 por ciento de los votos en la primera vuelta presidencial.
Erdogan tiene en su haber que llevó a cabo la reforma monetaria, estabilizó la economía de Türkiye y redujo la inflación, además de normalizar los contactos con Grecia e Irán cuando fue Primer Ministro. Por supuesto, en estos momentos no es tan halagüeña la situación económica del país, que padece la inflación generalizada en el mundo tras el paso de la COVID-19 y las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto ucraniano; sin embargo, el Gobierno de Ankara ha sabido mantener el equilibrio ante esta peligrosa situación, no se ha doblegado a la posición provocadora de Estados Unidos y la OTAN, a pesar de la membresía en el bloque militar y se presenta como mediador en busca de la paz anhelada por el mundo.
«Nuestra nación, a pesar de la ingeniería política de la oposición, las redes sociales y las portadas de periódicos extranjeros, ha protegido su libre albedrío. Que Alá nos ayude a ganar el próximo 28 de mayo», sostuvo Erdogan a través de redes sociales.
Por su parte, Kiliçdaroglu, economista de 74 años de edad y de la minoría musulmana aleví, al frente del Partido Republicano del Pueblo, fundado por el padre de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk, encabeza una coalición de seis partidos —tanto de derecha como de izquierda y entre ellos cuenta con los votantes kurdos—, acude con la promesa de echar a un lado el sistema presidencialista de 2018 y restaurar el parlamentario, volver a las políticas económicas tradicionales y reconstruir los lazos con Occidente.
De ganar el poder en Türkiye le resultaría bien difícil cumplir esas promesas toda vez que los parlamentarios de Erdogan lo impedirían. Aunque en lo que respecta a las relaciones con Rusia, el líder de la coalición opositora manifestó que «a Türkiye le interesa mantener las relaciones turco-rusas sanas y dignas» y acusó al actual Gobierno de estar «bajo el control de Rusia».
En un video publicado en su cuenta de Twitter, Kiliçdaroglu hizo un llamado a aquellos que «aman a su país para que vengan a las urnas». «No abandonaremos nuestra patria con esta mentalidad que ha traído a nosotros a diez millones de refugiados irregulares», dijo, y agregó que era necesario expulsarlos con urgencia. Sin proporcionar evidencia, dijo que la cantidad de inmigrantes en Türkiye, que tiene una población de 85 millones, podría aumentar a 30 millones. Una posición que busca el voto de los turcos más nacionalistas.
Según un análisis de MiddleEastEye, muchos han sugerido que el resultado de esta segunda vuelta electoral puede depender del sentimiento antirrefugiados y advierte que, en particular, la presencia de casi cuatro millones de sirios (considerados como «invitados»), ha sido blanco de la retórica xenófoba, mientras que en lo que va de año hasta el 11 de mayo han sido detenidos casi 50 600 inmigrantes irregulares y en 2022, según datos del Ministerio del Interior, fueron detenidos unos 285 000.
Así están las cosas este domingo, cuando los ciudadanos de Türkiye decidirán sobre su presente.