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CIUDAD DE MÉXICO, mayo 19.— El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, uno de los primeros dignatarios de la región que criticó el carácter excluyente de la Cumbre de las Américas, dio a conocer este jueves que había conversado sobre el tema, telefónicamente, con el asesor presidencial en Estados Unidos para ese evento, el senador Cristopher Dodd, y manifestó la esperanza de que su colega Joe Biden acepte su propuesta de no excluir a nadie de la IX edición de la cita, prevista en Los Ángeles.
López Obrador se refirió a ese asunto al término de su conferencia de prensa matutina de este jueves, y anunció que el Departamento de Estado analizaba su propuesta y esperaba en esa propia jornada o este viernes, hubiera una respuesta.
Vamos a esperar, tengo confianza porque es el momento de un gran diálogo, de iniciar una etapa nueva en las relaciones de los países de América y va a ser un ejemplo para el mundo, y solo lo puede hacer el presidente Joe Biden, agregó AMLO, citado por PL.
Por eso, afirmó, no descarto la posibilidad de que celebre este acuerdo. Obrador dijo que se trata de cambios de políticas viejas que datan de más de dos siglos y que se alentaron con la ideología; pero tenemos que relacionarnos de manera distinta en América y el mundo, reclamó.
Por su lado, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien participó en el diálogo, lo consideró positivo.
El intercambio directo con el legislador estadounidense acerca de la Cumbre tiene lugar cuando otras voces del continente se han levantado en contra del deseo de Estados Unidos de impedir la presencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua, una actitud rechazada por el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien como AMLO ha dicho que no participará en la reunión si esos países no son invitados, y también ha recibido críticas de la Caricom (Comunidad del Caribe) y de los presidentes de Honduras y Argentina, Xiomara Castro y Alberto Fernández, respectivamente.
En Chile, la canciller Antonia Urrejola se ha pronunciado por una cumbre «lo más amplia posible» en declaraciones al diario La Tercera, y consideró que «Hay que cambiar la receta: la región necesita dialogar más allá de sus diferencias».
Las autoridades estadounidenses, que primero se escudaron en que aún no habían cursado las invitaciones cuando Cuba denunció la intención de Washington de excluirla, así como a Venezuela y Nicaragua, han dicho, con su carácter habitualmente falaz, que los países que por sus actuaciones «no respeten la democracia», no recibirían invitaciones.´
Observadores han denunciado el deseo de la Casa Blanca de manipular el tema para justificar, mediante la exclusión, su política agresiva de sanciones contra esos tres países, sin contar que la mentirosamente alegada falta de democracia en esos naciones es una reiterada tergiversación de la verdad, que no logra esconder las reales falencias de los propios Estados Unidos en la materia.
El rechazo crece luego de conocerse el miércoles que Estados Unidos tampoco concederá visas a los delegados cubanos que participarían en la Cumbre de los Pueblos paralela a la presidencial. El disgusto por ello se suma a las previstas ausencias en repudio a las exclusiones, y ha generado una nueva etiqueta en las redes sociales que deja avizorar lo que será ese intento de Cumbre en Los Ángeles: #cumbresinlasamericas.
En un mensaje en la red social Twitter, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla denunció que «Con engaños y maniobras de última hora, EEUU está tratando de justificar su decisión arrogante de excluir a países de la IX Cumbre de las Américas, lo que constituye un retroceso en las relaciones hemisféricas», a lo que agregó en otros mensajes que «(…) La Doctrina Monroe continúa orientando el comportamiento estadounidense hacia la región», así como la denuncia de que «EEUU acude nuevamente a la calumnia al señalar que #Cuba no coopera lo suficiente en la lucha contra el terrorismo. Una mentira más», afirmó.
