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El cierre de campaña del Frente de Todos fue en la ciudad de Merlo, en la provincia de Buenos Aires. Autor: FDT Publicado: 14/11/2021 | 12:59 am
Pidió la friolera de 54 000 millones de dólares al FMI para su reelección y que no se fueran los bancos, y no para el bien del país. Y lo ha reconocido: el pecado capital de Mauricio Macri ha sido confesado por él mismo, de lo que se ha valido la fiscalía para citarlo a declarar en la causa por defraudación del Estado abierta contra el exmandatario.
La noticia es fresca y sazona las elecciones legislativas de este domingo, cuando los argentinos concurrirán a las urnas para renovar 127 escaños de los 257 que tiene la Cámara de Diputados, y 24 de los 72 con que cuenta el Senado.
Lo importante no parece tanto el efecto que eventualmente y de forma estrictamente penal tendría un proceso judicial contra Macri, sino su lectura desde el punto de vista moral. Sobre todo, de cara a estas elecciones.
El ex Presidente derechista no solo ha dejado una nación atada al Fondo después que Argentina había logrado salir de sus garras en 2006 gracias a la exitosa renegociación que hizo Néstor Kirchner, lo que permitió liquidar todos los adeudos, y ser libres otra vez.
Además, Macri ha depositado una injusta carga sobre las espaldas de cada uno de los ciudadanos, quienes deberán arrastrar con ella hasta que Argentina pueda pagar…
¿O acaso las onerosas cuotas periódicas, reforzadas por los intereses, no representan menos dinero con que el Estado cuenta para dedicar a la población?
Al abrir este noviembre, Argentina pagó al FMI 390 millones de dólares por concepto de intereses y evitó el default. Para diciembre debe abonar 1 880 millones más.
Al referirse a la lógica de los presupuestos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, le explicaba al sitio web Perfil que «la lógica» de los planes presupuestarios es «Construir una sociedad con más infraestructura pública, con mejor logística y, sobre todo, con más capacidad de generar conocimiento y de aplicar ese conocimiento de la producción y lograr ir fortaleciendo a nuestra patria, a nuestro Estado nación, construyendo entendimientos y consensos que ayuden a que la Argentina tenga un ambiente de más paz».
Pero la aspiración tocó su techo cuando se le preguntó de dónde vendría el financiamiento. « Dependerá de lo que se logre con el Fondo Monetario Internacional», respondió.
De acuerdo con lo pactado hace tres años durante el ejecutivo de Macri, Argentina debería pagar al Fondo 19 020 millones de dólares en 2022 entre capitales e intereses; 19 270 millones en 2023 y 4 856 millones en 2024, hasta alcanzar los poco más de 42 000 millones que, finalmente, recibió el gobierno anterior.
Por eso hay que reprogramar el pago. Pero las negociaciones con el FMI están siendo muy difíciles. Y Alberto Fernández se mantiene en «sus 13» de que con políticas de ajuste, no será.
Subtítulo: Alivios
Tras los aciagos resultados que tuvieron las primarias de septiembre para el gobernante Frente de Todos, sus líderes seguro cuentan con que, comprobar la desvergüenza e irresponsabilidad del líder de la alianza opositora (Juntos por el Cambio), abrirá los ojos de esa parte de la ciudadanía que hace dos meses votó por los aspirantes derechistas, quizá defraudada.
El presidente Alberto Fernández lo repite a cada rato, así como lo hizo antes y todavía lo recuerda la exmandataria y hoy vice, Cristina Fernández: en Argentina siguen estando en juego dos modelos de país.
Aunque esta elección sea parlamentaria y parcial, no es poco lo que se dirime. El resultado determinará si Fernández gobernará los dos años que le restan con un Congreso a favor, o si deberá lidiar, además de todos los problemas financieros y económicos que le dejó el macrismo, con un legislativo en manos opositoras.
Hasta ahora, el gubernamental Frente de Todos (FdT) tiene mayoría en el Senado, pero hoy la puede perder. Las PASO (primarias, abiertas, solidarias y obligatorias) en septiembre, dejaron lecturas alarmantes para esa agrupación.
Juntos por el Cambio lideró en los votos vertidos para escoger candidatos con vista a este domingo, con un notal de 40 por ciento de los sufragios en todo el país, en tanto el Frente de Todos quedaba a casi nueve puntos con poco más del 31 por ciento.
Dobló la derecha los puntos obtenidos para el Senado por el Frente, y lideró en bastiones peronistas como la provincia de Buenos Aires.
De repetirse este domingo la tendencia, calcularon observadores, el FdT perdería seis de los 15 senadores que se renuevan, y ya no tendría mayoría en la cámara alta.
Este encuentro con las urnas pudiera ser una repetición de aquellos resultados. Y, también, adelanto del panorama que enfrentará el peronismo de cara a las próximas presidenciales. Incluso, algunos estiman que hasta podría resultar marco para la emergencia de eventuales candidatos que se disputen la Casa Rosada en 2023, más allá de los dos grandes contendientes en liza.
Así como es ostensible el nacimiento de candidatos del progresismo que están más a la izquierda del peronista Frente de Todos y hoy postulan candidatos, u otros que aspiran al centro como Tercera Vía, también se habla del surgimiento peligroso de figuras de la extrema derecha que van ganando nombre.
En cualquier caso, el resultado que se obtenga será el fruto, en buena medida, de las cortapisas que los pagos de la deuda externa significan para el Gobierno y del hándicap que, encima de eso, ha representado allí, como en todas partes, el azote de la pandemia.
No puede desconocerse que la deuda externa está en el centro del acontecer económico y, por tanto, es el epicentro del sentir político.
Para paliar las angustias, y consecuente con su ofrecimiento, tras la derrota en las PASO, de que corregiría aquello que el ejecutivo hubiese hecho mal, Fernández aceptó la renuncia de algunas de las carteras que pusieron el cargo a su disposición después de la derrota, e implementó rápido un abanico de medidas dirigidas a los que más sufren porque menos tienen.
En unos 60 días se decretó la jubilación adelantada para los trabajadores sin empleo que estén cerca de la edad de pensionarse, y se ampliaron planes de asistencia a los de menos recursos, entre otras decisiones de corte social como elevar el piso salarial de los que deben pagar impuestos.
¿Alcanzarán esos pasos para persuadir a quienes le quitaron su respaldo al peronismo?
