Elecciones subnacionales en Bolivia Autor: AP Publicado: 08/03/2021 | 09:45 pm
La PAZ, marzo 8.— El MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos) ganó cinco de las nueve gobernaciones del país y todavía aspira a disputar tres en la segunda vuelta, con lo cual se consolida ya como primera fuerza política en Bolivia y allana el camino en la retoma del proceso que intentó revertir el golpismo.
Según los resultados a boca de urna que deberá ratificar el Consejo Nacional Electoral en unos días, el Movimiento al Socialismo obtuvo el primer puesto en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Pando. Chiquisaca ha sido indistintamente adjudicada o no al MAS.
En declaraciones a la prensa, fue Evo Morales, presidente del Movimiento al Socialismo, quien aseguró que todavía su partido luchará en segunda vuelta en ese departamento y en Tarija y Beni, reportó el sitio web de la Red Uno.
Tal votación, que aún debe ser confirmada por las autoridades electorales, reitera el ejercicio del sufragio verificado en las presidenciales del pasado 18 de octubre, cuando el MAS obtuvo allí el mayor apoyo.
Ello demuestra que su voto duro se concentra, mayormente, en esas localidades, independientemente del sufragio emitido en las grandes ciudades.
Además, el MAS resultó la única agrupación que presentó candidatos en todos los departamentos y alcaldías, lo que ratificó la solidez de su estructura.
Sin embargo, el partido en el poder no obtuvo las principales cabeceras departamentales (las ciudades de La Paz y Cochabamba, entre ellas), por lo cual el resultado en la votación para alcaldías no arrojó una victoria tan rotunda.
Un resultado inesperado fue el triunfo de la exlíder del Senado, Eva Copa, en la combativa ciudad de El Alto, triunfo que no se suma al MAS por su reciente salida de esa organización política, luego de postularse por otra: Jallalla.
Ello ha dado pie a los análisis que no avalan la contundente, aunque no homogénea victoria del MAS, frente a una oposición dividida, cuyos candidatos se presentaron en algunas locaciones, incluso, sin respaldo partidista, y que más bien pareció favorecer a caudillos en el ámbito opositor.
El esperado triunfo del golpista Luis Fernando Camacho en el departamento de Santa Cruz, con 54 por ciento de los sufragios, no solo lo empoderó allí. Además, demostró el carácter opositor de una locación que estuvo ubicada en el año 2008 en la separatista Media Luna que intentó dividir el país y defenestrar el gobierno de Evo Morales.
Tarija, el otro departamento que se unió a aquellos esfuerzos dio el triunfo a otro opositor, Óscar Montes, de la alianza Unidos por el Cambio, y en el Beni, Alejandro Unzueta, del Movimiento Tercer Sistema, logró un 39,1 por ciento que dejó en tercer puesto a la exmandataria usurpadora Jeanine Añez, derrotada en su propia tierra natal, con lo que se verifica el voto de castigo mantenido al golpismo.
La diferencia en la tradicional franja opositora la hizo el departamento de Pando, obtenido por el aspirante del MAS con un 40,2 por ciento de los sufragios.
«Nuestra meta como MAS-IPSP es ganar las segundas vueltas para tener ocho gobernaciones», escribió Evo en la red social Twitter, en la que aseveró también: «Para nosotros, como MAS-IPSP, es una gran alegría que el pueblo boliviano haya votado por la patria, por nuestras políticas económicas y sociales y que tome conciencia de que nuestro movimiento es la esperanza de nuestra querida #Bolivia».
En los comicios del domingo se votó para elegir nueve gobernadores y 336 alcaldes junto a sus respectivos asambleístas regionales y concejales municipales.
Estaban empadronados unos 7,1 millones de bolivianos. El voto en Bolivia es obligatorio y se declara vencedor al candidato con mayoría absoluta o diez puntos porcentuales por encima de su más cercano contrincante.
En las votaciones regionales anteriores, recordaron analistas, el MAS alcanzó seis de las nueve gobernaciones y dos alcaldías de ciudades capitales, en tanto durante las generales de 2020 arrasó en 300 de los 342 municipios y logró la mayoría en seis de las nueve regiones.
A estas regionales se postularon 121 listas de las organizaciones y 11 173 candidaturas, añadiendo a las representaciones de los pueblos originarios.