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El Comandante Eterno guardado por Bolívar y su pueblo-soldado. Autor: VTV Publicado: 05/03/2019 | 10:17 pm
Caracas.— Este cronista no había visto nada semejante: pasada la media hora, cuando el teniente coronel al frente de los 739 combatientes de la agrupación de parada militar pidió permiso al Comandante en Jefe Nicolás Maduro para concluir la velada y este le dijo que no, que el acto continuaba, se hizo un silencio aun más denso del que ya había y, en efecto, el evento prosiguió.
Había comenzado hacía un rato, en el inmenso patio del Cuartel de la Montaña, la fortaleza que guarda —y es guardada por— los restos de Hugo Chávez. Antes de la llegada del Presidente se había producido un goteo de emociones revolucionarias: llegó Don Hugo, el padre del Comandante Supremo, y Adán y Argenys, sus hermanos; llegaron dirigentes centrales de la Revolución como Delcy, Diosdado, Padrino, Arreaza, Aristóbulo… Y llegamos, por supuesto, los hermanos de la colaboración cubana, infaltables cuando se recuerda al mejor amigo que tuvimos.
«Son seis años. Su presencia es más vigente que nunca. Una tarde como hoy lo vimos partir a la inmortalidad, cambiar de paisaje, como diría Alí Primera», susurró Maduro en alusión al fallecimiento del líder. «Siempre hemos tenido el espíritu de él, la fuerza de él, por eso está presente. Nuestro Comandante Supremo es más futuro que cualquier otra cosa», agregó el Presidente.
A poco, ese espíritu fue condecorado con órdenes de la Defensa Nacional y de los Servicios Distinguidos a patriotas y unidades destacadas en la protección del país durante las tensiones fronterizas del pasado 23 de febrero, fecha que Maduro ha calificado como «el día de la victoria absoluta». Bajo los tenues acordes del tema Venezuela, tan querido y cantado por el propio Chávez, los patriotas reconocidos recibían los honores. Cuando se trató de comandos, brigadas y escuadrones, las medallas eran colocadas por el Presidente en el lienzo de sus banderas.
En cada condecorado, tres frases —«¡Chávez vive, la patria sigue!», «¡Independencia y patria socialista!» y «¡Leales siempre, traidores nunca!»—, en las cuales el actual mandatario ve la prueba mayor de la andadura cotidiana del gran hijo de Sabaneta.
Es la continuidad que una muy joven brigadier mayor refería en palabras dirigidas a un destinatario palpable: «Comandante, siempre serás inmortal, claro en tus ideas, decidido en tus acciones y firme en tus convicciones. Tu Revolución es nuestra, autóctona, pura, inédita…».
Así fue la tarde en que quienes no le conocen creen que Hugo Chávez cumplió seis años de muerto. Antes de los honores de cierre a la Bandera Nacional, al Padre de la Patria, al Comandante Supremo y al líder que hoy sigue su obra, Maduro dijo de Chávez que construyó una ideología en Bolívar y un cuerpo de valores y puso a Venezuela, con voz propia, en el concierto de las naciones.
«Hubo quien hace seis años pensó que esto se acababa, pero estamos en batalla, enfrentando la agresión imperialista más poderosa contra Venezuela en 200 años. «Los que han traicionado a Chávez están secos y condenados a la soledad y a la derrota eterna», afirmó Maduro.
El Presidente llamó al chavismo a salir a la calle el 9 de marzo, Día del antimperalismo bolivariano, con la certeza de que el único destino de la patria es la victoria. «Mantenernos en la lucha, derrotar al imperialismo y la oligarquía es la mejor forma de recordarlo», señaló mientras un coro alentaba «¡Vamos, Nico…!».
En efecto, el presidente obrero que se ha plantado y le ha dicho ¡nico…! a más de un poderoso de este mundo, dejó claro de nuevo que, mientras haya combate, Hugo Chávez no morirá. Es por eso que le dijo al jefe de la agrupación de parada aquel: «¡No, el acto no termina!», que ratificó el homenaje sin fin y pareció al cronista cubano la sorpresa más patriótica del mundo.
