Almagro Autor: LAZ Publicado: 07/12/2018 | 08:55 pm
El diccionario define el servilismo como la adhesión ciega y baja a la autoridad de una persona. Indigno por naturaleza, esa degradación del ser humano, el servil, medra, busca enriquecerse y gozar de prebendas a la sombra del amo. El servilismo le sirve para triunfar y tener éxito en la vida. Así lo definen los sicólogos, que también aseguran que a la larga, son despreciados por aquellos a quienes sirven.
Y viene al caso esta caracterización, porque en Washington, en la sede de la OEA, este viernes se dieron cita los serviles del imperio, encabezados por quien ocupa la Secretaría General del organismo, Luis Almagro.
El renegado debe justificar salario y, por demás, coincide que ha comenzado propaganda activa en Twitter para su reelección como Secretario General de la OEA. «He decidido aceptar dicha responsabilidad». No es para menos si la remuneración pensionable para los directivos de mayor categoría en la desprestigiada Organización de los Estados Americanos es de 291 897 dólares anuales.
Transparentadas estas motivaciones tan pedestres que pudiera tener el señor Almagro con su falta de hombría y dignidad, podemos entrar en las «ideológicas» que le dan sustancia a la Conferencia sobre Derechos Humanos en Cuba, convocada en la sede de la OEA este 7 de diciembre, la primera de un proceso confabulado, evidentemente, con los propósitos de la administración Donald Trump en la Casa Blanca de limpiar el continente de naciones insurrectas, y en ese acápite Cuba tiene el uno.
En el discurso inaugural Almagro dijo: «es hora de generar conciencia de la ilegitimidad de la dictadura más antigua del hemisferio», y para agregar más improperios sin sustento tildó a Cuba de exportadora de «mecanismos de terror y represión que utiliza contra su propia gente y exporta silenciosamente al resto de la región».
Con total desvergüenza Almagro aseveró que en Venezuela hay unos 46 000 cubanos que actúan como «una fuerza de ocupación que enseña a torturar, a reprimir, que hace tareas de inteligencia, que hace tareas de inmigración» y «en Nicaragua hemos escuchado testimonios de víctimas de torturas que aseguran que cubanos estaban presentes mientras los torturaron».
Por ahí anda la trama de esta campaña insidiosa, con chismes de comadre ociosa, que quiere una vez más —y al mejor estilo de las décadas de los 60 y los 70 del pasado siglo— aislar a Cuba, y convertirla en el monstruo de la región y del planeta, para justificar mucho más que un bloqueo económico, comercial y financiero, si es posible un golpe desde adentro o una intervención desde afuera… ¿Es ese o no el propósito que busca Almagro cuando repite fábulas pasadas de moda?
Por otro lado —aunque es la misma cara de la unidad monetaria en declive, el USD—, el día previo o jueves 6 de diciembre, se reunió la Fuerza de Tarea Conjunta para Internet en Cuba del Departamento de Estado, en el edificio Harry S. Truman, de su sede en Washington D.C.
Este grupo con denominación militar de las misiones y operaciones especiales —Fuerza de Tarea Conjunta—, cuyo primer encuentro público fue el 7 de febrero de 2018, se corresponde con el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional del 16 de junio de 2017, el proyecto trumpiano dado a conocer en Miami ante los dinosaurios de la contrarrevolución y también algunos nuevos asalariados.
Intrínsecamente injerencista y subversiva, la Fuerza de Tarea y sus dos subcomités pretenden fomentar el papel de los medios de comunicación y el flujo de información libre y no regulado a través de los llamados medios independientes en Cuba, y expandir el acceso a internet en Cuba.
El carácter oportunista de la tal Fuerza es obvio cuando pretende montarse sobre los esfuerzos permanentes y progresivos de Cuba por universalizar los avances tecnológicos en la comunicación mundial, incluído el uso de internet. Precisamente este 6 de diciembre la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba comenzó el servicio de navegación por internet mediante los teléfonos móviles, otro hito importante desde que en enero de 2013 el cable submarino ALBA 1 se declaró operativo y comenzaron las pruebas con la red de redes.
Cuba no está de espaldas al mundo y en la medida de sus posibilidades económicas abre espacios. No somos la sociedad cerrada que nos adjudica la propaganda de las administraciones estadounidenses y mucho menos la dictadura batistiana que Washington aupó aquí, ni practica los crímenes de lesa humanidad del Plan Cóndor que desangró a los pueblos del cono sur latinoamericano o las tiranías con sello made in USA en la cuenca del Caribe isleña, istmeña o continental.
Sea Almagro y los personajillos que le escucharon o le dicen al oído, o sean los amos en Washington y la tropilla interna o externa que organiza y adiestra en seminarios, foros, conferencias y encuentros, se encontrarán el valladar de dignidad que justamente hoy estuvimos evocando en Cuba, el del general Antonio.