Misil lanzado por los Estados Unidos hacia Siria. Autor: Reuters Publicado: 13/04/2018 | 10:04 pm
DAMASCO, abril 13.— Estados Unidos, junto a Reino Unido y Francia, inició la noche de este viernes un «ataque preciso» con misiles a territorio sirio, contra objetivos o lugares que, según alegan, están siendo utilizados por el Gobierno del país levantino para la fabricación de armas químicas.
«Les ordené a las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzar ataques de precisión (...)», sostuvo el presidente estadounidense Donald Trump desde la Sala Diplomática de la Casa Blanca.
Tras el anuncio del mandatario, los bombarderos occidentales despegaron rumbo a Siria desde una base aérea británica en Chipre, informó Fox News.
Funcionarios de EE. UU. confirmaron a Reuters que utilizaron misiles estadounidenses Tomahawk, en tanto, la agencia francesa AFP destacó que las fuerzas conjuntas enfilaron distintos tipos de bombas contra blancos múltiples.
Los sistemas antimisiles sirios interceptaron 13 de estos proyectiles en la ciudad de Al-Kiswah, al sur de Damasco, y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que un centro de investigación científica y varias bases militares de la capital fueron bombardeados.
En conferencia de prensa, el Pentágono evitó responder sobre la extensión en el tiempo de acciones militares en la nación del medio Oriente.
La primera ministra británica, Theresa May, y el presidente francés, Emmanuel Macron, confirmaron su participación.
El pretexto de las acciones militares de esta noche fue el presunto ataque químico en Duma, en Guta Oriental.
De hecho, esta retórica fue ampliamente esgrimida por los tres países agresores: Trump aseguró que el objetivo era «establecer un fuerte elemento de disuasión contra la producción, propagación y uso de armas químicas»; May afirmó que «no podemos permitir que el uso de armas químicas se normalice ni dentro de Siria, ni en las calles de Reino Unido ni en cualquier otro lugar del mundo»; y Macron aseguró que «No podemos tolerar el uso recurrente de armas químicas, que es un peligro inmediato para el pueblo sirio».
Sin embrago, el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, había reconocido con anterioridad la falta de pruebas sobre el uso de cloro o sarín en el presunto suceso.