Dentro del Foro de la Sociedad Civil, la Coalición 15 reúne a los verdaderos representantes cubanos Autor: Roberto Suárez Publicado: 11/04/2018 | 10:37 pm
Lima.- Aunque alguno de los funcionarios de la OEA enrolados en los foros paralelos de la 8va. Cumbre dijese este miércoles que «la participación de la sociedad es una prioridad», lo cierto es que los espacios abiertos para que los representantes de la ciudadanía de nuestras naciones expresen sus inquietudes, no siempre han sido lo transparentes que debieran. Y se ha manipulado la presencia de los participantes en ellos, al menos en lo que concierne a Cuba.
El asunto fue objeto de denuncia por parte de los jóvenes de la Isla la antevíspera, cuando ellos dieron a conocer que se había cercenado su participación en el encuentro que tendrá lugar este jueves entre los actores sociales y los altos representantes de la Cumbre, al tiempo que se intentaba dar cabida en el Foro de la Juventud que sesionó este miércoles a elementos mercenarios, obviamente enviados por Washington.
Con menos visos de agresividad, pero evidencia de un ejercicio cuanto menos poco democrático, también los mecanismos del Foro de la Sociedad Civil donde está, entre otras siete, la Coalición 15 que reúne a los representantes cubanos, reveló modos de hacer turbios.
Al inaugurarse los trabajos, el coordinador de dicho grupo, Fermín Quiñones, manifestó la insatisfacción de la representación cubana por el modo en que ha sido organizada la participación de los voceros de las distintas coaliciones en el mencionado encuentro de con los altos funcionarios.
Y no fue un parecer exclusivo, porque resultó secundado por los coordinadores de otras coaliciones.
Pero ninguno de los representantes oficiales en la presidencia del acto inaugural del Foro de la Sociedad Civil, donde esos grupos trabajan, pudo explicar la manera en que se organizó el uso de la palabra este jueves.
Cómo se escogió a los que hablen en esa reunión. Ni por qué los voceros de algunas coaliciones lo harán antes, y otros detrás. Nadie pudo explicar el orden, porque ni hubo sorteo, ni se organizó el uso de la palabra atendiendo al alfabeto. En todo caso, los funcionarios del Foro de la Sociedad Civil que presidieron su inauguración y entre quienes se encontraba el mismo enviado de la OEA que habló de democracia, dijeron que «tomamos nota».
«Se ha coartado la libertad de expresión en este sentido, no hemos tenido una respuesta por parte de los organizadores de la Cumbre, y no solo en función de esta coalición y de los representantes de la sociedad civil cubana», analizó, cuando se iniciaron los debates del grupo, uno de los compañeros.
«Otras organizaciones del continente a las que nos debemos y que están aquí presentes, también quieren una respuesta», argumentó el miembro de la representación cubana.
Al término de las sesiones de la Coalición 15, su vocera, Mirta Brossard, informó a la prensa cubana que los miembros concluyeron que la corrupción —eje central de los debates en la 8va. Cumbre—, debe analizarse como un fenómeno multicausal y desde la prevención, y también alertaron acerca de la forma políticamente manipulada con que se asume este flagelo hoy en muchos de nuestros países, como es ostensible en el injusto y tendencioso arresto del expresidente y líder popular Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil.
Más…«Incongruencias»
Pero no han sido solo los malos manejos de procedimiento los que ponen en tela de juicio el anunciado carácter democrático de los debates con que, supuestamente, los de abajo deben enriquecer los trabajos de los presidentes que se reunirán aquí los próximos días 13 y 14.
Aunque Donald Trump no viene, la mano de sus acólitos en su política intervencionista en la región se ha hecho presente para poner en práctica el verdadero propósito de Estados Unidos cuando convocó en 1994 a estas cumbres: domeñar a América Latina.
Al baldío intento de la OEA, como ente rector de los llamados foros paralelos, de dar voz en la instancia de la juventud a enviados de Estados Unidos que nada tienen que ver con la sociedad cubana —lo que ha hecho tuitear a uno de los participantes en ese foro que «huele a azufre de la OEA»— se suman otras provocaciones.
La primera fue la manipulación de un video de la llegada de nuestra delegación, subido a las redes sociales por una joven de la Isla, pero donde las voces y consignas de los recién llegados fueron trucadas y sustituidas por otras lesivas al orgullo de nuestro país.
Después, una valla con un cartel que intentaba denigrar a Cuba, fue arrancada de su sitio por manos solidarias de Perú hace dos días. El triste y sucio capítulo que en vano pretendió mellar el prestigio de nuestro país se quiso reeditar este miércoles. Pero también encontraron quien les saliera al paso.
Dos compañeros chilenos que asisten a la Cumbre de los Pueblos se toparon con otra de esas pancartas e, indignados, intentaron soltar de sus amarras la artera propaganda.
«Con el cuchillo de una señora que estaba pelando sus frutas, logramos soltar parte de la pancarta y romperle un pedazo», contaron a JR, todavía molestos, Fedora Lagos y Marcos González.
«Pero la policía vino a decirnos que no podíamos hacerlo, y cuando le preguntamos por qué se aceptaban provocaciones contra el pueblo cubano, ellos no decían nada», narraron.
«El compañero Marcos, dijo ella, escribió entonces en el mismo cartel “Fin al bloqueo genocida”, y los policías nos dijeron que si escribíamos una letra más, nos llevarían presos», se quejó ella.
«Nos tomaron fotos», apuntó él. ¿Cómo pudo ser eso posible?
No lejos de allí, en un hotel de esta capital, el propio y desacreditado titular de la OEA, Luis Almagro, eficaz implementador de las políticas de Washington, se hacía presente en el Foro de la Juventud, donde la emprendió contra el Gobierno Bolivariano.
Claro que la Cumbre de los Pueblos, a la que asisten Fedora y Marcos, es la contracara de la 8va. cita de las Américas.
Precisamente la solidaridad con Cuba, Venezuela, Bolivia y Luiz Inacio Lula da Silva fue el eje principal en la apertura el martes en la noche de esa Cumbre, que este miércoles continuó sus trabajos con plenarias donde analizaron la situación nacional y regional.
Carlos Bedoya, coordinador general de Latindadd, una plataforma regional por la justicia económica y social y quien usó de la palabra en la apertura, aseguró a JR que el sentido de esa otra Cumbre es, justamente, denunciar campañas y provocaciones como las narradas.
«Esta VIII Cumbre de las Américas ya tiene su relanzamiento a través de dos proyectos: el proyecto económico de la Alianza del Pacífico (porque los tratados de libre comercio nunca fueron dejados de lado, aunque el ALCA fue muerta), y de otro lado el proyecto político, que consiste en que las cancillerías de Latinoamérica ejecuten y apliquen por sí mismas las políticas de Norteamérica», explicó.
«Frente a ello, el propósito de esta cita de los pueblos es rearticular socialmente a los movimientos deAmérica Latina para enfrentar la contraofensiva de la derecha neoliberal.
«A pesar de toda la ofensiva contra Venezuela y Cuba, la coyuntura política peruana no ha permitido que el plan de materializar en la VIII Cumbre la política de EE. UU., se cumpla del todo», consideró, en alusión a la obligada renuncia del expresidente de este país, Pedro Pablo Kuczynski, por acusaciones, precisamente, de corrupción, y la anunciada suspensión de su viaje por Donald Trump.
Como Fedora y Marcos, muchos en Perú están decididos a no permitir avasallamientos contra nuestras naciones, y blanden en la Cumbre de los Pueblos las banderas de la soberanía, la unidad y la integración.