Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la República de Cuba, reunidos en Saint Mary’s, Antigua y Barbuda, en ocasión de la Sexta Cumbre CARICOM-Cuba, emitieron una Declaración Final en la que afirmaron sentirse orgullosos de su identidad caribeña y del elevado nivel alcanzado en las relaciones políticas bilaterales, lo que les ha permitido avanzar en las agendas de desarrollo nacional.
En el documento recordaron la importancia de la aplicación del Acuerdo Revisado de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba para ampliar las relaciones económicas y comerciales.
Mostraron profunda conmoción por las pérdidas de vidas humanas y el gran daño económico provocado por el reciente azote de los huracanes Irma y María en la región.
Los participantes en la VI Cumbre reiteraron, igualmente, la necesidad de aunar esfuerzos para mejorar la productividad, la infraestructura, la conectividad aérea y marítima; así como para fortalecer las capacidades de reducción del riesgo de desastres y de enfrentamiento ante fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes y devastadores para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
Reiteraron que la unidad y la integración de la región caribeña se basan en el respeto a los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Por tanto, se comprometieron a brindar irrestricto apoyo a la soberanía, la integridad territorial, la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos de cada país y la protección y promoción de los derechos humanos.
Además, reafirmaron la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana en enero de 2014, que reconoce, entre otros, el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural.
Ratificaron la voluntad de fortalecer la cooperación Sur-Sur como expresión de solidaridad y reconocieron que la cooperación entre los países de CARICOM y Cuba en esferas tales como la salud, la formación de recursos humanos, la construcción, el deporte y la reducción y mitigación de riesgos de desastres, ha contribuido de manera efectiva al desarrollo y bienestar de sus pueblos.
Repudiaron la imposición de medidas coercitivas unilaterales y, en ese contexto, reclamaron el fin inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y, especialmente, de su carácter extraterritorial y de la persecución financiera contra las transacciones cubanas, cuya severidad se ha incrementado.
Insistieron en el enérgico rechazo a la aplicación de leyes y medidas contrarias al Derecho Internacional como la Ley Helms-Burton, incluidos sus efectos extraterritoriales. Asimismo, reclamaron el fin inmediato de todas las acciones que lleva a cabo el Gobierno de los Estados Unidos para subvertir la legalidad y el orden interno en Cuba.
Más adelante en la Declaración Final mostraron beneplácito por la suscripción del Memorando de Entendimiento por parte del Gobierno de Cuba y los Estados de CARICOM sobre el Turismo Multidestino; por la propuesta de Memorando de Entendimiento en Ciencia, Tecnología e Innovación, que propiciará la cooperación conjunta, incluido el fomento de una mayor capacidad de investigación y desarrollo para los participantes; por la suscripción del Segundo Protocolo del Acuerdo de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba, dirigido a impulsar el intercambio comercial en la región, y estimular la implementación de dicho Acuerdo; así como por la firma del Memorando de Entendimiento sobre la Reducción del Riesgo de Desastres de la Agencia de Manejo de Emergencias y Desastres en el Caribe de CARICOM y el Estado Mayor de la Defensa Civil de Cuba.
Reafirmaron que la preservación y consolidación de la CELAC como foro para el diálogo y como actor político internacional es una de sus prioridades e insistieron en el llamado a revisar y modificar los actuales criterios de “graduación” de los países para recibir la Ayuda Oficial al Desarrollo, de modo que reflejen adecuadamente la realidad y necesidades específicas de los países de renta media.
Expresaron profunda preocupación por la inclusión de Estados miembros de CARICOM en las listas de jurisdicciones fiscales no cooperativas e hicieron un llamado a cambiar este enfoque que tiene efectos negativos en las economías de los pequeños Estados vulnerables, que han aplicado normas internacionales reconocidas y han demostrado su disposición de cooperar y dialogar a fin de encontrar soluciones que resulten mutuamente ventajosas.
Asimismo reafirmaron el compromiso de los países de CARICOM y Cuba de implementar la nueva agenda mundial para el desarrollo, compuesta por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles, la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre Financiamiento para el Desarrollo, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la nueva Agenda Urbana de Hábitat III.
Reiteraron la decidida solidaridad con los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y territorios del Caribe que sufrieron el paso devastador de dos huracanes de gran intensidad en un período de menos de 12 días, en septiembre de 2017.
Se comprometieron a fortalecer la cooperación en la región, con el objetivo de mejorar el apoyo a mayores medidas de adaptación y mitigación, tales como la aplicación de tecnologías de energía sostenible y sistemas de alerta temprana; y fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad.
Reconocieron finalmente el papel activo de Cuba y el valioso apoyo brindado a la región con el objetivo de crear en Guyana un Centro Regional para estimular el desarrollo de los niños y jóvenes con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidades.