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La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, en una declaración dada a conocer este viernes 6 de octubre, convocó a los parlamentarios de todas las naciones a respaldar a sus respectivas cancillerías en el apoyo al proyecto de resolución contra el bloqueo, que será votado por la Asamblea General de la ONU el próximo 1ro. de noviembre.
En las 25 ocasiones en que el Gobierno de la Isla presenta el proyecto «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», ha sido aprobado —y en los años más recientes, casi de manera unánime— por la comunidad internacional.
Recuerdan los parlamentarios que esa política, implementada en octubre de 1960, persigue lo que expuso, en abril de 1960, el entonces subsecretario asistente para Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, Lester D. Mallory, crear «… desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales…» y para ello recomendaba emplear todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba…», entre ellos «provocar el hambre, la desesperación y el derrocamiento del Gobierno».
En 1996 «el bloqueo adquirió carácter de ley con el propósito de que las sanciones contra Cuba perduraran en el tiempo», dice la Declaración de la Comisión de la Asamblea Nacional cubana, que asegura constituye «una violación masiva y flagrante de los derechos humanos del pueblo cubano y el principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana y la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible».
Significa los daños acumulados por el bloqueo durante casi seis décadas: 822 280 millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional y que a precios corrientes, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 130 178,6 millones de dólares.
«Solo entre abril de 2016 y junio de 2017 el bloqueo ha causado pérdidas a Cuba en el orden de 4 305,4 millones de dólares», destacaron los diputados, y subrayaron las dimensiones financiera y extraterritorial de la ley, con la imposición de multas a compañías foráneas que tienen relaciones comerciales con Cuba y a bancos e instituciones financieras internacionales.
A esto se une el retroceso producido en las relaciones bilaterales entre EE. UU. y Cuba.
Washington ha decidido, además, endurecer el bloqueo con nuevos obstáculos a las ya limitadas posibilidades de su empresariado para comerciar e invertir en Cuba y de restricciones para viajar a nuestro país.
La Comisión parlamentaria de la Isla invita al Congreso estadounidense a atender el sentir mayoritario de su sociedad de poner fin a esta política anquilosada y exhortan a los parlamentarios de las naciones del mundo a reforzar ese reclamo y a respaldar a sus cancillerías en la ONU.
