Los delegados de 12 países reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:20 pm
Con una clara referencia a lo que se hace en el mundo a favor de la paz y sosteniendo la premisa de que el respeto es esencial para la convivencia pacífica en el planeta, se desarrolló este sábado la segunda jornada del I Encuentro Internacional de Diálogo Interreligioso y la Paz Mundial.
En tres paneles, los delegados de 12 países reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana, discutieron sobre la paz y el contexto social actual. La sesión dedicada a la Comunidad religiosa global y sociedad civil contó con la intervención inicial del reverendo cubano Raúl Suárez, quien reflexionó acerca del fundamentalismo religioso y su incidencia, que se torna contraria a las doctrinas de paz que enarbolan las diferentes congregaciones a nivel global.
Ejemplificó con organizaciones como el Tea Party de Estados Unidos y el supuesto islamismo que profesa el denominado Ejército Islámico en el Medio Oriente. Este último, afirmó, contrario al Islam auténtico —que presenta al hombre como centro de su doctrina— arrasa, ejecuta y asesina en nombre de una identidad musulmana irreal.
En lugar de discernir, de ver dónde está el mal, y defender el contenido de una religión que durante años ha estado procurando la paz y el bienestar de los seres humanos. Esta coyuntura, afirmó, ha conllevado al surgimiento de la llamada Islamofobia.
En declaraciones a JR, Joannet Delgado, de la Soka Gokkai de la República de Cuba, significó el papel de las organizaciones religiosas a favor de mostrar al mundo la realidad cubana y en especial las denuncias, desde sus diferentes ámbitos a través del orbe, del bloqueo que le ha impuesto Estados Unidos a la Isla por más de medio siglo.
Este cerco, dijo, impide el normal desarrollo de la sociedad cubana y restringe las acciones económicas, educativas y culturales. Desde nuestra organización favorecemos el intercambio y llevamos el mensaje de paz del pueblo de Cuba hacia el resto del mundo.
Al intervenir en el panel, el reverendo alemán Herche Martin Gottschling, representante de la iglesia luterana en Alemania, significó que luchar contra las injusticias es un desafío para todas las religiones, las cuales junto con la sociedad civil deben aunar voluntades y cooperar en pos del bienestar mundial.
En ese sentido comentó sobre el tema actual que hace reverberar a Europa: la inmigración. Los refugiados, dijo, no deben ser excluidos, sino aceptados en aquellas creencias que deseen profesar.
El I Encuentro Internacional por el Diálogo Interreligioso y la Paz Mundial culmina este domingo en La Habana, luego de tres días de debates.