Félix Báez, el colaborador cubano contagiado de ébola en Sierra Leona, recibe una atención de primer nivel en el Hospital Universitario de Ginebra, Suiza, una institución especializada en el manejo de casos infecciosos de alta transmisibilidad.
En un breve contacto telefónico este domingo con Granma, el doctor Jorge Pérez, director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, aseguró desde Ginebra que el médico cubano «está siendo muy bien atendido».
Añadió que el Hospital Universitario es el encargado de divulgar la información sobre la evolución de su salud y se espera un nuevo parte este martes.
Báez fue remitido a esa instalación suiza a propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Hospital Universitario de Ginebra (HUG, por sus siglas en francés) fue fundado en 1995, pero recoge una tradición centenaria de excelencia médica e investigación científica. Según su sitio web oficial, opera un total de ocho centros en el Cantón de Ginebra así como otras 40 clínicas ambulatorias.
En conferencia de prensa reciente, el director del HUG, Bertrand Levrat, precisó que nueve enfermeras atienden directamente a Báez las 24 horas del día y también hay tres médicos que se ocupan de él «permanentemente». En total hay «decenas de personas» de distintas disciplinas que se dedican a su caso.
Levrat garantizó que el hospital está aplicando las máximas medidas de seguridad, el conjunto de protocolos aplicables a casos como este y que «nadie se expone, ni el personal sanitario ni la población».
Por su parte, el médico en jefe del Servicio de Cuidados Intensivos del HUG, Jerome Pugin, explicó recientemente que el paciente está siendo tratado con dos medicamentos experimentales que han tenido resultados favorables en otros pacientes de ébola. «El primero es un medicamento con anticuerpos muy similar al Z-Mapp, un tratamiento contra el ébola de origen canadiense. El segundo es un medicamento antiviral japonés».
Ante el avance de la actual epidemia del virus, en agosto de este año la OMS aprobó el uso de tratamientos experimentales para curar el ébola.
El mismo fármaco se utilizó con los primeros cooperantes extranjeros, de nacionalidad estadounidense, que se infectaron con ébola en Liberia, quienes se recuperaron, así como con un misionero español que falleció, Miguel Pajares.
Otra de las variantes que se maneja de acuerdo con la evolución del caso, precisan las fuentes médicas, es introducir el tratamiento con suero sanguíneo, obtenido de pacientes que han logrado superar la enfermedad.
(Tomado de Granma)