BUENOS AIRES, mayo 30.— El ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, quien negoció y selló con el Club de París el pago de la deuda con esa entidad multilateral, resaltó hoy aquí que el acuerdo está libre de condicionamientos, destaca PL.
Tras su regreso de la capital francesa, Kicillof brindó una conferencia de prensa en la cual subrayó que se pactó un acuerdo con soberanía e independencia sin la intervención ni supervisión del Fondo Monetario Internacional.
Recordó cómo se aceptaban en Argentina en tiempos atrás esos acuerdos mediante el modelo de refinanciación que demandaba el FMI sobre la base de ajustes a los gastos, que siempre recaían en los fondos sociales. «Este gobierno no iba a permitir eso», recalcó.
«Hemos arreglado uno de los entuertos más que nos ha dejado el neoliberalismo», dijo el titular de Hacienda y rememoró cómo y qué gobierno contrajo esos adeudos, en fechas en las que él ni había nacido, acotó.
Respecto a algunas pocas críticas a lo logrado, manifestó que quienes hoy critican «hubieran pensado mejor antes de contraerla: los mismos que la contrajeron critican ahora cómo lo arreglamos», fustigó.
«Es una deuda que contrajeron otros gobiernos y de la que nos hacemos cargo, y hemos logrado una forma de pago tremendamente ventajosa para Argentina», destacó el Ministro,
Kicillof aseveró que con los miembros del Club de París «Llegamos un acuerdo de mutua voluntad», y «este está dentro de las posibilidades de pago del país».
A tenor de lo convenido, Argentina saldará una deuda de nueve mil 700 millones de dólares con miembros del Club de París, pagaderos en cinco años, extensibles a siete, sobre una tasa de interés del 3 por ciento anual.
Buenos Aires hará un pago inicial de 600 millones de dólares el próximo julio y otros 500 millones en 2015.
Los principales acreedores de Argentina en ese grupo son Alemania, con el 30 por ciento, y Japón, con 25 por ciento. El resto de la deuda se reparte entre España, Holanda, Italia y Estados Unidos.
El grupo está conformado, además, por Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Japón, Noruega, Rusia, Reino Unido, Suecia y Suiza.
«Una vez que empecemos a pagar, los países volverán a invertir en Argentina», vaticinó el ministro de Economía. Alertó sin embargo que la mejora no será inmediata, sino paulatina.