CARACAS, julio 6.— Corea del Sur y Corea Democrática dialogan este sábado sobre la reanudación de la actividad del complejo industrial binacional de Kaesong, una zona binacional que fue cerrada como consecuencia del conflicto generado tras la intervención militar de Estados Unidos en la región y las pruebas nucleares de Pionyang, según Telesur.
El Ministerio surcoreano de Unificación informó este sábado que las delegaciones de las Coreas, cada una compuesta por tres miembros, han iniciado las conversaciones, a nivel de trabajo en la aldea fronteriza de Panmunjeom.
La reunión de este sábado es para hablar puntualmente de la normalización de las operaciones en el complejo industrial de Kaesong.
Sus principales negociadores serán el surcoreano Suh Ho (jefe de la Oficina de Intercambios y Cooperación del Ministerio de Unificación), y el norcoreano Park Chol-su, subdirector de la Oficina General de Guía del Desarrollo de la Zona Especial.
Seúl «hará todo lo posible por canalizar la pequeña confianza y cooperación (que será construida en las conversaciones) para convertirla en confianza y cooperación mayores», declaró Suh.
Según fuentes oficiales, el objetivo del encuentro es analizar la manera de transportar las mercancías y la forma de emprender el mantenimiento de las instalaciones.
Ambas Coreas habían reanudado sus contactos a principios de junio, tras meses de tensión, pero finalmente no lograron concretar una reunión de alto nivel entre sus Gobiernos, motivo por el cual las relaciones bilaterales quedaron de nuevo en punto muerto.
Luego de pasar casi un mes sin comunicaciones, el miércoles pasado ambas partes retomaron esta vía de contacto bilateral. El Gobierno de Kim Jong-un expresó su voluntad de autorizar el acceso de los empresarios sureños a Kaesong, en respuesta a las peticiones recibidas.
Kaesong es uno de los temas más urgentes en la agenda bilateral, ya que el complejo permanece cerrado desde que a principios de abril, luego que Corea del Norte decidiera retirar a todos sus trabajadores en plena campaña de hostilidades.
Este proyecto industrial, en el que 123 empresas del Sur fabricaban productos con mano de obra barata de 53 mil obreros del Norte, es un símbolo de la etapa de entendimiento que ambas Coreas protagonizaron la pasada década.