Desde el pasado 10 de junio, el pueblo brasileño realiza protestas masivas. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:35 pm
RÍO DE JANEIRO, junio 20.— Un millón de brasileños se comprometieron en las redes sociales a marchar este jueves por todo el país para exigir servicios públicos de calidad y denunciar los gastos del Mundial de fútbol, pese a la anulación del aumento del precio del transporte.
Las marchas están convocadas en 17 capitales estatales y otras 63 ciudades, incluidas Río de Janeiro y Salvador, donde se celebran dos partidos de la Copa Confederaciones, un ensayo general del Mundial del año próximo, reportó AFP.
Como sucedió en las protestas de los días anteriores, los manifestantes buscaron acercarse al estadio de Maracaná durante el partido España-Tahití, que se celebró a partir de las cuatro de la tarde, hora local (siete de la noche GMT), así como al estadio de Salvador, donde se enfrentaron Nigeria y Uruguay en la noche.
Nada permite presagiar el fin de este movimiento apolítico, que carece de liderazgos claramente identificados, comentó la agencia noticiosa francesa, pero algunos sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos —incluido el gobernante Partido de los Trabajadores (izquierda)— declararon su intención de participar en las marchas, portando sus banderas.
Las protestas comenzaron exigiendo la revocación del aumento del precio del boleto de autobús, metro y tren. Pero rápidamente sumaron otros reclamos y denuncias, como los 15 000 millones de dólares de dinero de los contribuyentes destinados a la Copa Confederaciones y al Mundial 2014.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, educados y de clase media, expresan su molestia por el aumento del costo de la vida y la mala calidad de los servicios, en momentos en que el país, mundialmente famoso por sus programas sociales, que sacaron a millones de la pobreza, registra una baja en su crecimiento económico y una inflación en alza.
También denuncian la corrupción en la política brasileña y reclaman mayores inversiones en educación, salud y seguridad, señalaron los despachos.
Por primera vez, el Movimiento de campesinos sin tierra (MST), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), la Central Única de Trabajadores (CUT), el PT y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), entre otros, anunciaron que se unirán a los manifestantes, quienes rechazan desde el inicio de las protestas toda vinculación política.
La marcha atrás de más de una decena de alcaldías y gobiernos estaduales al aumento del precio del boleto del metro, tren y autobús —incluidas Sao Paulo, Río de Janeiro, Porto Alegre, Cuiabá, Recife y Joao Pessoa, entre otras—, no logró frenar las manifestaciones.
La convocatoria para la protesta en Río de Janeiro se organizó en las redes bajo el lema Son más que 20 centavos, en referencia al precio del boleto de transporte; otro lema de aviso fue Despierta Brasilia.
Las manifestaciones han sido en su mayoría pacíficas, pero en varios casos subgrupos violentos se han enfrentado con la policía y protagonizado saqueos y actos de vandalismo, apuntó AFP, como lo ocurrido en Fortaleza y Niteroi.
Según EFE, la presidenta Dilma Rousseff aplazó el viaje que realizaría a Japón la próxima semana para poder estar atenta a las protestas, y también canceló un viaje a la ciudad de Salvador para anunciar un plan de apoyo a los agricultores brasileños en regiones áridas.
El pasado martes, en su primer pronunciamiento sobre las protestas, Rousseff afirmó que «la voz de la calle tiene que ser escuchada» y elogió el espíritu democrático de los manifestantes, de quienes dijo que han «enviado un mensaje directo a los gobernantes».