ESTAMBUL, junio 15.— Las calles alrededor de la plaza Taksim, de Estambul, fueron escenario este sábado de fuertes represiones de la policía cuando esta, por sorpresa y sin respetar el plazo prometido por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, desalojó violentamente el parque Gezi, centro y símbolo de las protestas contra el Gobierno que sacuden Turquía desde hace más de dos semanas.
En las primeras horas de la noche, los agentes antidisturbios comenzaron la invasión del lugar esparciendo gas pimienta sobre los manifestantes, que fueron retrocediendo pacíficamente metro a metro, pero sin disolverse y aplaudiendo, reseñó EFE.
Según las autoridades, 29 personas han sido hospitalizadas a causa de heridas sufridas en el operativo policial, aunque en las redes sociales en Internet los activistas turcos hablan de muchas más, tratadas por médicos voluntarios alrededor de la plaza y del parque.
La presencia de numerosos reporteros no afectó la contundencia con que se produjo la operación e incluso, dice EFE, varios periodistas fueron agredidos al tratar de grabar o fotografiar los actos de violencia.
Tras salir del parque, muchos se refugiaron en hoteles cercanos, que también fueron cercados por los militares y blindados que atacaron con cañones de agua a la muchedumbre congregada y lanzaron granadas de gas.
El desalojo se produjo apenas un par de horas después de que Erdogan lanzara el ultimátum de que el parque sería desalojado este domingo.