La reforma federal de salud que entrará en vigor en 2014 podría reducir los fondos de aquellos centros que atiendan a personas no aseguradas. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:33 pm
WASHINGTON, abril 24.— Grupos defensores de los derechos de los indocumentados en Estados Unidos denunciaron este miércoles que centenares de inmigrantes fueron deportados por el temor de los hospitales a tener que asumir sus cuidados médicos por falta de seguro, reporta Prensa Latina.
El hecho ganó trascendencia luego de conocerse la deportación de los mexicanos Jacinto Cruz y José Rodríguez-Saldaña, quienes estaban inconscientes en un hospital de Iowa tras resultar heridos de gravedad en un accidente de tránsito.
Ambos laboraban en una empresa productora de carne de cerdo y tenían seguro de salud, aunque no eran residentes legales, y la decisión del Iowa Methodist Medical Center, en Des Moines, fue montarlos en un avión y deportarlos ante el temor de tener que asumir sus gastos de rehabilitación.
El caso puso al descubierto una práctica en el país que según un informe elaborado por grupos de defensa de inmigrantes, ya afectó a más de 600 personas en los últimos cinco años, aunque la cifra puede ser mayor al no existir controles ni estadísticas de su aplicación.
Investigaciones aseguran que muchas veces se procede a deportar a las personas sin consultar a agencias federales o tribunal alguno por el hecho que los centros médicos tratan de frenar los altos costos de los tratamientos y recurren a poner a los pacientes en vuelos fletados porque les resulta menos caro.
Con el problema migratorio se mezcla la preocupación de estos centros de que al entrar en vigor en 2014 la reforma federal de salud habrá recortes de sus fondos por brindar atención a personas no aseguradas.
En opinión del abogado John De Leon, involucrado en la defensa de estos casos de deportación desde hace más de una década, en oportunidades los familiares de las víctimas en sus países de origen son engañados para que reciban a los pacientes.
También dijo que los hospitales extorsionan emocionalmente a miembros de la familia en su país de origen. Los familiares de los dos mexicanos dijeron que nunca dieron su consentimiento como alega el centro médico de Iowa.