Un coche quemado en áreas del consulado de EE.UU., que fue atacado e incendiado por hombres armados en Bengasi. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:24 pm
TRÍPOLI, septiembre 13.— Unos 50 marines estadounidenses partieron este miércoles hacia Libia para reforzar la seguridad en las instalaciones diplomáticas de Estados Unidos en ese país del norte de África, tras el ataque de grupos salafistas al consulado en Bengasi, en el que murieron el Embajador de Washington y otros tres funcionarios diplomáticos, y resultaron heridos al menos otros cinco estadounidenses.
Los marines, de la Flota del Equipo de Seguridad Antiterrorista (FAST, por su siglas en inglés), partieron de la base estadounidense de Rota, en el sur de España, indicó la cadena de televisión estadounidense CNN, citada por EFE.
Estados Unidos también utilizará aviones no tripulados (drones) en Libia para buscar campamentos de llamados extremistas y otros objetivos que, se dijo, pudieran estar vinculados con el ataque a su consulado en Bengasi.
La propuesta para el uso de este tipo de naves debe ser aprobada por el Pentágono y la Casa Blanca y serviría, dijeron funcionarios estadounidenses, para recopilar información de inteligencia que será posteriormente entregada a las autoridades libias para que ellos «golpeen militarmente».
AFP, por su parte, reportó que la mayoría del personal diplomático estadounidense en Libia ha sido evacuado hacia Alemania, y Washington ordenó la revisión de la seguridad de todas sus misiones diplomáticas en el mundo.
Fuentes oficiales de EE.UU. alegan que el ataque a su consulado. en Bengasi fue planeado con antelación, y los agresores utilizaron como «distracción» las protestas contra un video que caricaturiza al Islam.
El presidente interino de Libia, Mohamed el-Megarif, se disculpó por lo que llamó el «cobarde» asalto al consulado, en el que también murieron varios guardias de seguridad libios, según AP.
El-Megarif ofreció sus condolencias a EE.UU. y se comprometió —al igual que el presidente Barack Obama— a llevar a los culpables ante la justicia y mantener las estrechas relaciones de su país con Washington.
El embajador Chris Stevens, de 52 años, murió cuando él y un grupo de empleados de la Embajada fueron al consulado para tratar de evacuar a su personal, mientras cientos de personas atacaban con ametralladoras y lanzagranadas. Para el final de la agresión, gran parte del edificio estaba quemado y destrozado, según AP.
Pero el viceministro del Interior libio, Wanis al-Sharif, dio este miércoles otra versión del ataque, al afirmar que la situación se generó cuando guardias estadounidenses dispararon contra manifestantes que repudiaban la divulgación en EE.UU. del video que profana la fe musulmana.
Según él, «los manifestantes querían arrancar la bandera estadounidense y protestar pacíficamente, sin tener la intención de asaltar el consulado», pero los disparos desde la legación diplomática les «enfurecieron» y atacaron el lugar, citó AFP.
El Departamento de Estado identificó a otro de los estadounidenses muertos: Sean Smith, un funcionario del servicio exterior. Las identidades de los dos restantes están retenidas a la espera de la notificación a sus familiares.
Previamente al ataque en Libia, decenas de manifestantes en El Cairo habían penetrado en el complejo de la embajada de EE.UU. en la capital egipcia, del que arrancaron la bandera estadounidense, también en protesta por este video que, producido por un israelí residente en California, critica y se hace mofa de la fe musulmana y ridiculiza al profeta Mahoma.
El video, que fue promovido por una campaña extremista antimusulmana en EE.UU., causó malestar en el mundo islámico y en Túnez, donde cientos de salafistas se concentraron ante la Embajada estadounidense, justo en la acera situada frente a la instalación, y cuando intentaron avanzar hacia la entrada, fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos, según EFE.