Sirios pasan junto a retén militar en Harasta cerca de Damasco. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:17 pm
DAMASCO, febrero 15.— El presidente sirio, Bashar Al-Assad, convocó este miércoles a un referendo nacional el 26 de febrero para someter a la consideración del pueblo el proyecto de una nueva Constitución, una de los principales pasos del proceso de reformas impulsado por el Gobierno para encontrar una salida política a la crisis que enfrenta la nación árabe.
Al fijar esa fecha, Al-Assad adelanta así el proceso constitucional, pues previó en principio que el plebiscito que se realizaría en la primera semana de marzo.
La propuesta Carta Magna fue elaborada por un panel de 30 expertos legales, entre ellos magistrados, abogados y académicos procedentes de varios sectores de la sociedad y vida política del país, entre ellos, incluso, figuras de la oposición, reportó PL.
Esa comisión estudió a fondo los preceptos que deben conformar el Estado democrático, el pluralismo, el código electoral, las normas para las administraciones locales, y la independencia necesaria en el funcionamiento de las ramas judicial, legislativa y ejecutiva del Gobierno, aseguró su presidente, el magistrado Mazhar al-Anbari.
Otra de las recomendaciones es limitar el período presidencial a un máximo de dos mandatos de siete años cada uno y que ningún partido tenga un predominio sobre los designios de la política, la sociedad y la economía, así como que el Estado siga siendo laico para asegurar la armonía religiosa en un país donde se practican varios cultos.
En tanto, las potencias occidentales y sus aliados árabes volverán a presionar este viernes en Naciones Unidas por un pronunciamiento de la organización con el objetivo sacar del poder al presidente Al-Assad.
Esta vez será a través de la Asamblea General y el debate de una resolución que achaca a las autoridades sirias toda la responsabilidad de la crisis y la violencia en su país, sin tener en cuenta la actividad de los grupos armados opositores.
La redacción del texto que se debatirá este jueves en el plenario del máximo órgano estuvo a cargo de Qatar y Arabia Saudita, países bastante hostiles a Damasco, y acusa al ejecutivo de Al-Assad de extendidas y sistemáticas violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales. La lista de actos achacados a las autoridades incluye el uso de la fuerza contra los civiles, ejecuciones arbitrarias, asesinato y persecución de manifestantes, desapariciones forzosas, torturas y violencia sexual, entre otros.
La votación sucedería tres días después de que la alta comisionada de la ONU, Navi Pillay, señalara a las autoridades sirias como posibles responsables de crímenes contra la humanidad, lo cual fue rechazado de inmediato por Damasco.
Según EFE, los países árabes autores de la resolución de condena al Gobierno sirio que se votará este jueves rechazaron las enmiendas propuestas por Rusia, que eran similares a las que esa nación había planteado en el Consejo de Seguridad, antes de ejercer su veto, a un proyecto anterior.
Rusia pedía que se reconociera también la responsabilidad de las bandas armadas opositoras, y se exhortara a «todas las secciones de la oposición siria» a deslindarse de los grupos armados que llevan a cabo actos de violencia.
También especificaba que la retirada del Ejército de las ciudades sirias se llevara a cabo «en conjunto con el fin de los ataques de los grupos armados contra las instituciones del Estado y los cuarteles».
La resolución, que defenderá este jueves Egipto ante el pleno de la Asamblea General en su calidad de representante del grupo de países árabes, invita también al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a designar a un enviado especial para Siria que ayude a promover una «solución pacífica» a la crisis, aunque no hace referencia a la creación de una fuerza de paz conjunta entre la ONU y la Liga Árabe, tal y como ha propuesto ese organismo regional.