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ISLAMABAD, enero 2.— La Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento paquistaní analiza este lunes los términos bajo los cuales transcurrirán las relaciones con Estados Unidos tras el ataque aéreo de la OTAN a puntos de control en la frontera con Afganistán.
Ese órgano, según anunció hace unos días el ministro del Interior, Rehman Malik, también adoptará una decisión respecto al bloqueo de las rutas de suministro a las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que ocupan la vecina nación, cortadas desde el pasado 26 de noviembre.
Ese día, aeronaves de la alianza atlántica ametrallaron dos puntos fronterizos en la noroccidental región tribal de Mohmand y mataron a 25 soldados paquistaníes, tras lo cual Islamabad cerró de inmediato los pasos por donde fluye la mayor parte de los pertrechos para las fuerzas ocupantes de Afganistán.
También advirtió que revisaría a fondo todos los programas, actividades y acuerdos de cooperación con Estados Unidos, la OTAN y la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia en Afganistán), incluidos los diplomáticos, políticos, militares y de inteligencia.
Fuentes oficiales citadas por medios de prensa locales revelaron que Estados Unidos está ejerciendo «inmensas presiones» para la reapertura de las rutas de abastecimiento a las tropas de la OTAN, una posibilidad que calificaron de «remota».
Comentaron, empero, que el gobierno paquistaní —presionado también por la ola de indignación popular levantada por la agresión— está intentando encontrar una manera de salir del impasse sobre el tema.
Según las propias fuentes, una de las opciones que podría manejar la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento sería gravar con un alto impuesto los suministros de la OTAN a su paso por Paquistán.
El incidente fronterizo llevó las relaciones Islamabad-Washington a su nivel más bajo desde la operación encubierta de un comando norteamericano que culminó con la muerte de Osama Bin Laden, considerada una afrenta a la soberanía nacional por el común de los paquistaníes.
