El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, acompañado de la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, fueron recibidos a su llegada a Sur Corea para la Cumbre del G-20, por el presidente Lee Myung-bak y su esposa Kim Yoon-ok. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula, defendió este jueves una acción global de las naciones para solucionar la actual guerra cambiaria, evitando así el proteccionismo que causaría un mayor desequilibrio en la economía mundial, indica PL.
«Si cada uno (país) fuera a pensar sólo en sí, vamos a volver a la vieja política del proteccionismo, la cual no ayudó a país alguno», sentenció Lula a su llegada a esta capital para asistir mañana a la Cumbre del G-20, las principales 20 economías del planeta.
El mandatario reveló la contradicción que se dio para enfrentar la crisis financiera internacional de 2008, mostrada en que mientras las naciones emergentes tomaron rápidas medidas que dieron resultado de inmediato, los países ricos pusieron un freno al consumo.
Sobre la guerra cambiaria, otro de los temas fundamentales a discutir a partir de mañana por los jefes de Estado y Gobierno participantes en la Cumbre, Lula abogó porque las reservas internacionales se formen por múltiples monedas, y mencionó entre ellas al real y al yuan.
«El dato concreto es que el dólar (estadounidense) no puede más continuar siendo la única moneda de referencia si él es hecho por un único país. Es necesario que tenga otras posibilidades. Hasta porque países que tienen altas reservas como Brasil y China, quedamos dependientes de un país decida devaluar o no sus reservas».
Ese debate sobre la disminución del papel del dólar en las transacciones comerciales internacionales debe hacerse, independientemente de si Estados Unidos gustan o no gustan de ello, aseguró el dignatario.
Sin embargo, negó que haya presión sobre Estados Unidos y China que adoptaron medidas de devaluación de sus monedas y causaron la exacerbación de la crisis cambiaria.
«No se debe tener miedo de venir a una reunión con recelo de divergencias», señaló y agregó que lo que no puede ocurrir es que cada uno intenta resolver su problema sin tomar en cuenta los reflejos en los otros países.
Para Lula, esa cuestión económica no amenaza la soberanía de las naciones, pero resulta necesario adoptar nueva conductas para impedir reflejos negativos, sobre todo en los países más pobres.