CARACAS.— Una tensa calma se extendía este sábado por Venezuela, donde las lluvias persisten y malogran viviendas y vidas —sobre todo en los humildes cerros de Caracas, donde el viernes fallecieron siete personas en el desborde de una quebrada en la Parroquia Antímano y ha obligado a la evacuación preventiva de familias en otras quebradas. Es el preludio de las elecciones parlamentarias de este domingo, donde se elegirán 165 diputados a la Asamblea Nacional, incluidos tres representantes de los pueblos indígenas, y 12 al Parlamento Latinoamericano.
Los centros y mesas electorales están ya dispuestos, bien custodiados por el Plan República que ha movilizado a miles de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y las milicias, y a las seis de la mañana de hoy será el toque de diana para una jornada que se extenderá hasta las seis de la tarde, pero que podrá ser ampliada en aquellos lugares donde todavía esté la ciudadanía en espera de ejercer su derecho a elegir.
Este sábado, la exhortación a votar fue reiterada por autoridades, organizaciones, entidades y personalidades del deporte y la cultura, cuando ya los candidatos se mantenían en silencio desde el jueves, como regula el Consejo Nacional Electoral.
Sin embargo, hemos escuchado opiniones dadas a los medios de prensa por algunos de los casi 150 acompañantes internacionales que merecen ser destacadas, sobre todo una que ha levantado la polémica por su evidente injerencia en los asuntos internos venezolanos, violando así lo estipulado por el CEN; pero que también recibió la respuesta desde las propias filas de estos invitados por los diferentes partidos políticos.
Gustavo de Arístegui, del PP español, hizo declaraciones en la sede del Partido Copei, en las que puso en duda la transparencia y la democracia participativa venezolana, posición que se alinea en campaña de ciertos medios de prensa españoles, cuya agresividad contra la Revolución Bolivariana y su líder ha sido más que evidente en los tiempos más recientes.
Pero, el alcalde español José Barroso, también acompañante internacional de estas elecciones, en rueda de prensa organizada por Venezolana de Televisión, no solo rechazó los criterios de Arístegui del que dijo pretende «que lo expulsen de Venezuela», y denunció la agresividad mediática en su país contra este país, sino que aseguró que «el sistema democrático electoral venezolano es mejor que el español» y que «la Constitución Bolivariana es mucho más democrática que la Constitución española».
Dijo Barroso que Arístegui y sus declaraciones «lo que hacen es despreciar al venezolano cuando le dice que ninguno de los procesos electorales donde ganó Chávez tienen validez» porque no tienen «la homologación de los sistemas tradicionales», y enfáticamente tildó de mentiroso al diputado del derechista Partido Popular.
«Gustavo Arístegui miente cuando dice que se está poniendo en riesgo la democracia, porque aquí lo que se está poniendo en riesgo es la posición de privilegios de aquellos que le hurtaron la democracia a los venezolanos», puntualizó al tiempo que advertía que la Revolución Bolivariana ha propiciado el voto de siete millones de venezolanos que antes no existían para los procesos electorales.
En la tarde del sábado, la agencia española de noticias EFE reportó que Venezuela había decidido expulsar al diputado del PP Gustavo Arístegui, en otra versión destinada a confundir a la opinión pública venezolana e internacional; sin embargo, en declaraciones a la prensa el canciller Nicolás Maduro lo desmintió cuando dijo: «esa información que ha salido por cables internacionales es falsa. Es una especulación periodística».
Maduro dijo que el poder electoral, es decir el CEN, está «evaluando» las declaraciones de Arístegui, y recordó que en las últimas elecciones hubo un caso parecido «con un franquista, con un fascista de la derecha española que fue expulsado» a instancias del Consejo Nacional Electoral, refiriéndose al eurodiputado del Partido Popular Luis Herrero.
Arístegui, por su parte, continuó dando declaraciones a la prensa en las que provocadoramente dijo que si se hacía efectiva su expulsión se reafirmaba que en Venezuela hay elementos que no son «plenamente democráticos».
Así andaban las cosas en las horas previas al escrutinio de este domingo, cuando los profetas del desastre siguen haciendo de las suyas, intentando interferir en la voluntad de un pueblo.