NACIONES UNIDAS, julio 15.— Cuba reafirmó en Naciones Unidas que la asistencia humanitaria debe llevarse a cabo con el pleno respeto de los principios de humanidad, imparcialidad y neutralidad acordados por la Asamblea General, reportó la agencia PL.
Observamos, con gran preocupación, el aumento en los últimos años de desastres naturales que han generado emergencias humanitarias en diversas partes del mundo, señaló el embajador Rodolfo Benítez, encargado de negocios de Cuba en la ONU, al intervenir en el segmento humanitario del Consejo Económico y Social (ECOSOC).
Muchos de esos desastres son consecuencia directa del cambio climático y el desequilibrio ecológico, acotó el diplomático. A ello se suman las graves consecuencias humanitarias de las situaciones de conflicto, la crisis alimentaria y la actual crisis económica y financiera mundial, agregó.
La solicitud y el consentimiento de los Estados para recibir asistencia humanitaria es requisito indispensable, y siempre debe ofrecerse la ayuda de acuerdo con los principios y propósitos establecidos en la Carta de Naciones Unidas, remarcó Benítez. Resulta injustificable e inaceptable cualquier manipulación de la situación de emergencia y la asistencia humanitaria, en contraposición con los principios de soberanía, integridad territorial y la no interferencia en los asuntos internos de los Estados, dijo.
Los propósitos y principios de la Carta no pueden ser reescritos o tergiversados, ni restringidos o condicionados, subrayó el embajador. Cuba ha logrado avances significativos en el cumplimiento de las metas planteadas en el Plan de Acción de Hyogo, en particular lo concerniente a la preparación para enfrentar los desastres naturales, destacó.
Es bien conocida internacionalmente —indicó— la experiencia cubana en el enfrentamiento de los fenómenos de la naturaleza. El Estado cubano se toma muy en serio su papel central en la iniciación, organización, coordinación y prestación de asistencia. Recordó que en los últimos tres años, Cuba ha sido afectada por varios eventos meteorológicos de gran intensidad que provocaron grandes daños a la economía cubana, calculados en casi 10 mil millones de dólares.
No obstante —recalcó—, nuestro país mantiene eficientes planes de prevención, que cuentan con la participación activa de todos los órganos estatales y la población, y permiten evacuar y proteger a millones de personas en lugares seguros.
Cuba considera necesario continuar fortaleciendo la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres, adoptada por la Asamblea General de la ONU en el 2000 y reitera su disposición a continuar apoyando de forma solidaria y desinteresada a los países afectados por desastres naturales y emergencias humanitarias, apuntó el diplomático.