Queridos hermanos argentinos:
Con gran alegría recibimos la noticia de que arribaron a la cima del Aconcagua, llenos de júbilo y de espíritu de victoria.
Nos sentimos profundamente conmovidos por el esfuerzo que desplegaron para vencer su meta. Su ejemplo ha multiplicado la solidaridad mundial con nuestra causa y lo llevaremos en nuestros corazones para enfrentar la injusta prisión a que nos mantienen sometidos.
Un fuerte abrazo lleno de hermandad y de admiración.
¡Hasta la victoria siempre!
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Fernando González, Antonio Guerrero.