Las esperanzas de encontrar sobrevivientes se reducen cuatro días después del devastador terremoto en la capital haitiana y ciudades aledañas, con un saldo de muertos que podría rebasar todas las previsiones, informa Prensa Latina.
El movimiento telúrico, de 7,3 grados en la escala de Ríchter, destruyó más de cuatro mil edificios, viviendas e infraestructuras, entre ellas el Palacio Presidencial, el Parlamento, varios ministerios y la sede de la misión de la ONU.
Es como si el país hubiese sido bombardeado durante 15 días, dijo el presidente de Haití, René Preval, quien agradeció de nuevo el apoyo brindado por la comunidad internacional.
Preval estimó inicialmente una cifra de muertos de alrededor de 50 mil, pero el ministro del Interior, Paul Antoine Bien-Aime, aseguró que el número total de víctimas mortales podría oscilar entre los 100 mil y los 200 mil.
En las afueras de la ciudad fueron abiertas varias fosas comunes donde ya han sido sepultados 40 mil cadáveres, pero hay decenas de miles más bajo los escombros, dijo el ministro.
Aunque las labores de socorro continúan, cada vez son menos las posibilidades de encontrar sobrevivientes de este sismo que impactó un área donde residen más de tres millones 500 mil personas, la tercera parte de la población, según cálculos de la ONU.
En una carrera contrarreloj equipos de varios países continúan hoy la remoción de escombros en un intento por rescatar personas aún con vida debajo de toneladas de concreto.
Los esfuerzos también se concentran en la atención a los heridos, la entrega de alimentos y agua y la recogida de cadáveres para evitar posibles epidemias.
Las calles y plazas de esta capital se han convertido en dormitorios para cientos de miles de familias que perdieron sus viviendas durante el sismo.
Según el ministro de Salud Pública, Alex Larsen, cerca de un millón y medio de personas quedaron sin casas.
Debido a la destrucción del Palacio Presidencial y de la residencia del primer mandatario, éste tuvo que establecer la sede temporal del gobierno en una comisaría cercana al aeropuerto internacional.
Unos 30 países, entre ellos Venezuela, Cuba, México, Estados Unidos y Francia, participan en la asistencia humanitaria y están presentes en el país.
Ante la congestión creada en el aeropuerto internacional, la ayuda comenzó a fluir a través de la frontera con República Dominicana, por donde atravesará una enorme caravana médica de la Cruz Roja Internacional.