Agentes del ICE realizan una redada en Houston. Foto: AFP WASHINGTON, junio 19.— Una comisión nacional encargada de evaluar la conducta de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) certificó las redadas implementadas durante la administración de George W. Bush contra los inmigrantes, y solicitó al presidente Barack Obama la instauración de un Ombudsman que vigile el trabajo de los agentes de esa entidad.
La investigación fue realizada por un grupo que integraron ex funcionarios de gobierno, líderes sindicales, académicos y expertos en materia de inmigración, quienes documentaron las acciones del ICE durante un año.
Discriminación racial, burlas, abuso de autoridad, separación familiar y violaciones a los derechos humanos son algunas de las consecuencias de operativos «de tipo militar», estableció el estudio divulgado por PL.
En sus resultados, el informe también exhorta a proporcionar servicios de defensa legal, traducción e interpretación a los inmigrantes detenidos, y enfatiza en la importancia de buscar una reforma a las leyes de inmigración que propicie la reunificación familiar.
«Yo sabía de las acciones y los abusos realizados durante las redadas, pero cuando viajamos por todo el país, quedé sorprendido por el nivel de abuso sobre los trabajadores», comentó Bill Ong, profesor de estudios asiático-americanos en la Universidad de California Davis, e integrante de la comisión.
Es terrible ver y escuchar a los individuos que han sido víctimas de esas acciones. Los agentes usan armas en su contra y no llevan órdenes de arresto individuales ni les proporcionan medicinas, subrayó Ong, según el cable.
Esta propia semana, cientos de inmigrantes en Chicago dedicaron su procesión anual de esa fecha a urgir al presidente Obama para que se discuta la reforma migratoria, lo que demandaron con una marcha que llegaría al centro penitenciario de Broadview, desde donde los ilegales detenidos son deportados.
Los organizadores de la procesión y una vigilia, pertenecientes a la iglesia anglicana Misión Nuestra Señora de Guadalupe, se manifestaron defraudados por la posposición del tema migratorio en la agenda de Barack Obama, quien durante su campaña prometió abordar el asunto en los primeros cien días de gobierno.