MOGADISCIO, febrero 25.— Al menos 21 personas murieron este miércoles en Somalia en el segundo día de combates entre milicias integristas islámicas y las fuerzas leales al Gobierno Federal de Transición del país, lo que eleva el número de víctimas mortales a más de 40, informó EFE.
Fuertes bombardeos se registraron en varias zonas de Mogadiscio, incluido el barrio donde se encuentra el palacio presidencial, y causaron la muerte de cinco civiles, entre ellos tres niños que se encontraban en una escuela coránica, sobre la que cayó una granada de mortero.
Otras 16 personas murieron en Hudur, la capital de la región de Bakol, capturada por los milicianos islámicos tras derrotar a las fuerzas gubernamentales que la defendían.
Al Shabaab también controla Baidoa, sede del Parlamento somalí, además de buena parte del centro y sur del país. Desde esta urbe, según ANSA, la formación prometió combatir hasta el final al nuevo presidente del país, Sharif Sheik Ahmed, y anunció que las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) son consideradas enemigas.
Estos dos días de enfrentamientos son los más violentos desde que las tropas etíopes, presentes en Somalia durante dos años con el respaldo de Estados Unidos, abandonaron el país del Cuerno Africano, comentó la Radio Garowe.
Durante las largas jornadas de combates, la emisora local reporta que la cifra de heridos asciende a más de 130.
Esta nueva ofensiva contra el Gobierno de Transición se produce después del ataque del domingo pasado de dos suicidas de Al-Shabab contra una base de AMISOM, en el que murieron once soldados burundeses pertenecientes al contingente de paz continental.
El presidente somalí, Sharif Sheik Ahmed, islámico moderado, fue elegido por la mayoría del Parlamento somalí el pasado 31 de enero en Djibouti, tras la dimisión de Abdulahi Yusuf Ahmed, a finales de 2008.
En los últimos dos años, unas 16 000 personas han muerto en los enfrentamientos entre la insurgencia y las fuerzas leales al gobierno somalí, mientras un millón de personas abandonaron sus hogares.