Nicolás Maduro. Foto: MINCI CARACAS.— Apenas pocas horas separan a Venezuela de lo que las autoridades electorales consideran que será una gran fiesta democrática, las elecciones regionales del próximo domingo 23 de noviembre. La mesa está servida, expresan y, a juicio del canciller Nicolás Maduro, «hoy todo, todo, todo, indica que vamos a una gran victoria. Pudiera inclusive la Revolución Bolivariana ganar todas las gobernaciones y más del noventa por ciento de las alcaldías, porque estamos en un momento especial».
En diálogo exclusivo con representantes de la prensa cubana aquí, el Ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores señaló que «ahora mismo en Venezuela hay dos opciones, dos caminos, la Revolución, que es independencia, desarrollo social, un nuevo modelo económico y un nuevo modelo político de democracia amplia y libre, soberana; y el pasado, que no tiene proyectos, que es el ayer de dependencia, desde una posición pitiyanqui, entreguista, que no tiene propuestas para el desa-rrollo de nuestra nación, para el mejoramiento de nuestra sociedad y el bienestar del pueblo».
Interrogado sobre la toma de las calles, plazas y otros sitios públicos por parte de cientos de miles de simpatizantes chavistas, Maduro apuntó que «el pueblo venezolano en el año 2008 ha reaccionado y ha hecho conciencia de lo que sucedió en el 2007, del traspié que tuvimos con el Referendo a la Reforma Constitucional. Hoy tenemos un pueblo organizado, muy movilizado, más consciente, más decidido y eso se va expresarse en las urnas».
Como era de esperar, los enemigos del proceso revolucionario que tiene lugar acá, bajo el liderazgo del presidente Chávez, han arreciado sus planes de terrorismo mediático e intentan desconocer el ejercicio de democracia que tendrá lugar el próximo 23, apoyados en la sarta de mentiras, falsedades y calumnias que divulgan los medios de prensa de la oposición y en las «ayudas» del imperio norteamericano.
A juicio del canciller venezolano todo ello es un gran negocio. «La oposición venezolana defiende un gran negocio. Ese negocio se llama antichavismo para recibir financiamiento del Norte o para recibir el financiamiento desesperado de pequeños grupos de la oligarquía empresarial venezolana que creen que pueden minar la fortaleza política del pueblo venezolano y el avance de una revolución que le ha traído a Venezuela estabilidad, seguridad y le ha abierto, sobre todo, las puertas al futuro».
Ante la avalancha de desinformación y manipulación mediática, habría que reiterar en este minuto, abundó, que Venezuela va a un proceso electoral el próximo 23 de noviembre, totalmente legítimo y con todas las garantías. Nuestras instituciones están muy sólidas, tenemos un sistema electoral que podría ser el más avanzando y transparente del continente y hasta del mundo; y, desde el punto de vista tecnológico, el más confiable, el más seguro. Ya ha sido probado en varias ocasiones.
Desde su militancia «psuvista» (Partido Socialista Unido Venezolano), Maduro recordó que «en diez años de Revolución nosotros hemos hecho catorce procesos electorales contando este del 23 de noviembre, y en trece de ellos la Revolución ha obtenido la victoria. En uno perdimos por un porcentaje muy pequeño e, inmediatamente, en uso cabal de la ética y la transparencia, el presidente Chávez salió a reconocer esos resultados».
Cabe la reflexión, toda vez que la oposición está llamando a desconocer lo que digan las urnas y a la desobediencia civil, mientras la Dirección Nacional del PSUV, el partido de Chávez y él mismo convocó a sus militantes, a sus candidatos a las gobernaciones y alcaldías y, muy especialmente, al pueblo, a estar y permanecer en las calles con pasión patria, trabajando duro hasta el último minuto para asegurar la victoria.
En ese sentido, el canciller venezolano denunció la sistemática injerencia del Gobierno de Estados Unidos y sus secuaces en Venezuela, intensificada en los últimos tiempos. Estados Unidos, apuntó, es un imperio en decadencia desde el punto de vista moral, político, militar y ahora económico. Su capacidad para imponer su hegemonía se ha visto mermada y está en proceso de declinación.
Toda la lucha que nosotros llevamos adelante, advirtió, debe tener muy claro que estamos enfrentando a un imperio en crisis que puede resultar muy peligroso, y es capaz de utilizar cualquier artimaña o cualquier arma para tratar de empañar la limpia batalla y la limpia trayectoria que están viviendo nuestros pueblos, en este momento latinoamericano.
En su conversación con la prensa cubana que asistió en Caracas a la presentación del nuevo libro de Fidel, La paz en Colombia, Maduro consideró este hecho como uno de los ejemplos que ilustran ese renacer de nuestra región, como también lo es, dijo, el lanzamiento del satélite Simón Bolívar, el primero de esta nación, hace apenas dos semanas.
«Le estábamos enviando un mensaje al imperio, a los pitiyanquis y a los oligarcas, sobre el momento que está viviendo nuestra Revolución. Esa es la mejor imagen que encuentro ahora para ilustrar lo que es el presente y el futuro de Venezuela. Venezuela ya está en el futuro, y la Revolución Bolivariana colocó a Vene-zuela en el futuro y nuestro pueblo tiene conciencia de eso».
En esa cita del 23 de noviembre, concluyó, las grandes mayorías del país, más del sesenta por ciento del electorado, ten la seguridad, va a dar un voto de confianza, va a renovar su voto de compromiso con el presidente Chávez y con la Revolución Bolivariana.