La venezolana PDVSA y su homóloga rusa GAZPROM son las protagonistas del acontecimiento
FALCÓN.— Expresión de esa multipolaridad que impulsa la Venezuela bolivariana y siembra para la «cosecha petrolera» que la Revolución dedica a la inversión social, las perforaciones iniciadas este viernes con Rusia para la explotación gasífera constituyen ejemplo de las relaciones que deberían signar la vida en el planeta.
La venezolana PDVSA y su homóloga rusa GAZPROM son las protagonistas del acontecimiento. Y no solo quedará inscrito en la historia, como remarcó el presidente Hugo Chávez, por tratarse del primer pozo de gas que se abre en el Golfo de Venezuela.
Lo convierte en hito, además, el hecho de que por primera vez se emprenda tal cometido con Rusia, y bajo las condiciones de igualdad en la cooperación, tan distintas al escarnio que protagonizaron antes las transnacionales aupadas por el imperio y del llamado Primer Mundo.
Ubicado en una de las seis áreas dedicadas a la exploración y explotación gasífera en el noroeste del estado de Falcón y parte del proyecto Rafael Urdaneta, el gas que se obtenga aquí no solo atenderá la demanda de esta región noroccidental, sino que potenciará el desarrollo energético de toda Venezuela: un país con reservas gasíferas que lo ubican entre los primeros del mundo y donde hasta ayer, sin embargo, solo se explotaba el petróleo.
Chávez presidió el acto junto al vicepresidente ruso, Igor Sechin —quien visita Venezuela a propósito de la V Comisión Intergubernamental entre ambos países—, y acompañado por trabajadores de Venezuela y Rusia, así como por obreros estadounidenses, en lo que consideró «signo de unidad».
Frente al que llamó «el Caribe nostrum», el Jefe de Estado bolivariano también saludó a Cuba y a su líder. «Aquí estamos, Fidel, construyendo nuestra Revolución en este otro tiempo que amanece, en esta nueva época, en este ALBA».