Manifestaciones contra el racismo tomaron las calles de Roma el fin de semana. Foto: AFP ROMA.— Los italianos, un pueblo que hasta los años 60 fue emigrante, es ahora el que más miedo tiene en Europa a la llegada de inmigrantes, según un estudio publicado este lunes por el diario La República, citado por EFE.
La información del periódico relaciona ese dato con el racismo y los episodios violentos registrados en los últimos meses contra ciudadanos extranjeros, y asegura que en estos momentos es un fenómeno existente en Italia, aunque destaca que también se da en todo el continente.
Según los datos de un sondeo del instituto Demos LaPolis-Pragma, el 50,7 por ciento de los italianos piensa que los inmigrantes son una amenaza para el orden público y para la seguridad ciudadana.
La anterior es una cifra muy por encima, por ejemplo, del número de personas que piensa igual en Alemania (el 29,3 por ciento), en Francia (el 21,6 por ciento), y en el Reino Unido (el 36,5 por ciento).
De entre los países del este de Europa, solo en la República Checa y en Hungría, con un 66,3 por ciento y un 63,9 por ciento, sobrepasan el criterio de los italianos de que los inmigrantes son una amenaza para la seguridad ciudadana.
El 35,1 por ciento de los italianos cree que los inmigrantes son, además, un peligro para su cultura, su identidad y su religión, frente al 22 por ciento que lo estima así en Francia, el 25,7 por ciento de Alemania y el 33,5 por ciento del Reino Unido.
No obstante, cuando se pregunta si los emigrantes suponen una amenaza para el puesto de trabajo, los italianos pasan al segundo puesto en la Europa occidental, con un 36,7 por ciento, superados por Gran Bretaña, con un 47,7 por ciento, mientras que los alemanes lo creen en un 36,3 por ciento, y los franceses en un 25,8 por ciento.
El sondeo se ha publicado después de un fin de semana en el que varios políticos italianos, entre ellos el presidente de la República, Giorgio Napolitano, han advertido del peligro del racismo en el país, mientras miles de personas se manifestaron en contra de esa lacra en Roma y Nápoles.
Uno de los casos más recientes de racismo fue el ultraje cometido en el aeropuerto romano de Ciampino contra una mujer somalí, de 51 años, que volvía de Londres con sus nietos.
Según ANSA, Amina Sheikh Said fue acusada de haber raptado a los niños, y se le dijo que era considerada como un correo de drogas. En presencia de su marido y su abogado, afirmó a la prensa que la policía de fronteras y la agencia de la aduana le dijeron: «Si no haces lo que te decimos, te mandamos al centro de salud mental, eres negra por dentro y por fuera», además de obligarla a desnudarse y envolverle el cuerpo en un papel celofán.
Un corresponsal del diario español El País en Italia aseguró que hechos como estos se suceden desde 2007, cuando el informe Raxen sobre discriminación étnica y racial detectó 203 episodios xenófobos, 94 de ellos con agresión física y verbal, y 40 protagonizados por políticos.