WASHINGTON. — El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este jueves la activación de su comando de operaciones militares para África (AFRICOM), el sexto de su tipo creado para garantizarse la hegemonía mundial.
La iniciativa, dada a conocer en febrero de 2007, es presentada como un proyecto de cooperación en materia de seguridad, para prevenir los conflictos bélicos y apoyar las iniciativas de ayuda humanitaria en la región. Sin embargo, detrás de este falso humanitarismo, se esconden los verdaderos intereses de las transnacionales norteamericanas, en anuencia con el poder político y militar de Washington, por controlar las riquezas del continente, especialmente los pozos petroleros.
Actualmente, casi la cuarta parte del hidrocarburo importado por Estados Unidos, proviene del continente africano.
Hasta la fecha, la misión de AFRICOM, había sido asumida por otros tres comandos regionales similares: el comando europeo (EUCOM), el comando central (CENTCOM), y el del Pacífico (PACOM), que se dividían el continente en tres áreas de operaciones.
A pesar de los intentos diplomáticos de la administración Bush por convencer a los jefes de gobierno de la región para que acojan el programa militar, AFRICOM aún carece de sede central en el continente, y se encuentra localizado por el momento en Stuttgart, Alemania. Muchos Estados africanos y organismos regionales han respondido con escepticismo y desconfianza respecto a las verdaderas intenciones de la creciente presencia de las fuerzas armadas de EE.UU. en la región.
AFRICOM informa que se encargará de coordinar las relaciones militares entre Washington y los 53 países africanos, y cuenta con un personal formado por mil agentes, entre civiles y militares. Una parte de ese staff ha sido garantizado por la mal llamada Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), famosa por sus acciones a favor de la subversión en países que proclaman un actuar independiente.