ROMA, JUNIO 4.— Cuba consideró este miércoles que la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria, que concluirá hoy aquí, tuvo la virtud de poner al descubierto la gravedad de los problemas de la hambruna, el cambio climático y los biocombustibles.
En entrevista con Prensa Latina y otros medios cubanos, el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, indicó que pese a los intentos de EE.UU. y otras naciones poderosas de obstruir la adopción de soluciones duraderas, las voces del Sur se levantaron con fuerza en Roma.
No se puede enmascarar la crisis con iniciativas cosméticas porque los propios disturbios y la cifra de más de 840 millones de personas con hambre en el orbe, son elocuentes, y señalan que no puede prolongarse más el sufrimiento de los pueblos, añadió.
Asimismo, encomió la intervención del director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, que calificó de muy valiente. Tenemos el deber de apoyar a Diouf para ganar la batalla contra el hambre y la desnutrición que afecta a nuestro planeta, acotó.
El alto dirigente cubano recordó que el titular de la FAO fustigó las subvenciones de casi 12 000 millones de dólares en 2006 y las políticas arancelarias, que tuvieron el efecto de desviar del consumo humano 100 millones de toneladas de cereales.
Los poderosos están nerviosos con este panorama, lo cual no quiere decir que vayan a resolver el problema; más bien están buscando vías para escapar, para que sea una promesa más, consideró. La situación actual, agregó, no es de déficit alimentario, sino de muerte por hambre.
Durante la jornada, Machado Ventura fue recibido en el Vaticano por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede, reportó PL. El dirigente cubano recordó que el martes, durante la apertura de la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria, la Iglesia Católica fijó la postura en torno a la crisis de hambruna en el mundo. El dirigente del gobierno cubano se refirió de forma elogiosa a la intervención del cardenal Bertone al leer un mensaje de Su Santidad Benedicto XVI, quien recalcó que el hambre y la desnutrición son inaceptables en un mundo que dispone de niveles de producción, recursos y conocimientos suficientes para poner término a ese tipo de dramas y consecuencias.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió en la cumbre de la FAO un esfuerzo financiero de 15 000 a 20 000 millones de dólares anuales para aliviar la crisis alimentaria.
Los jefes de Estado y de Gobierno, y representantes de 193 países, reunidos en Roma deberán aprobar una declaración final, en cuyo esbozo, citado por AFP, la FAO se compromete a «usar todos los medios disponibles para aliviar la crisis actual, estimular la producción de alimentos y aumentar las inversiones en la agricultura para alcanzar una producción duradera para las generaciones presentes y futuras».